O la corrupción y la podredumbre de los políticos y los jueces han llegado a un punto que ha producido el amortiguamiento de la conciencia social- una suerte de garrotazos que dejan grogui al individuo – o la sociedad no acaba de entender la brutal realidad de la descomposición del Ecuador revelada por las investigaciones fiscales:Metástasis y Purga.
Los ciudadanos deberían estar en la calles y plazas gritando “que se vayan todos” lo cual no soluciona el problema- o al menos en los alrededores de la Asamblea y las Cortes, manifestando su repudio a la conducta de buena parte de sus integrantes. Es que Metástasis y Purga han revelado la estrecha relación de los principales partidos políticos con los narcos y la torcida administración de justicia. Es decir, una infame y vergonzosa colusión para conducir el país.
Hasta aquí no hay elementos que involucren al gobierno del presidente Noboa con las revelaciones de la investigación fiscal, pero es evidente que existe un pacto del Ejecutivo con los bloques correístas y socialcristiano de la Asamblea, a título de gobernabilidad. Se han aprobado leyes urgentes y no se ha presentado la obstrucción total, pero hasta Maquiavelo se sorprendería con el extremo pragmatismo del Ejecutivo. ¿Es posible una virgen en casa de lenocinio?
Por cierto, no todos los jueces ni todos los políticos son corruptos y vinculados al negocio narco, pero es evidente que los compactados han controlado las elecciones de los legisladores y de otros cargos de elección popular, que arreglan nombramientos de jueces y curiales de primer y segundo nivel y hasta del más alto tribunal de justicia, que manejan audiencias y sentencias, que el abuso del derecho ha liberado a sentenciados por delitos comunes, entre otros desmanes. En suma, controlan gran parte de la actividad pública. Y la declaración anticipada de la ubicua Mayra Salazar acordada con la Fiscalía, que causará los efectos de un Exocet.
¿Cómo revertir esta vergonzosa realidad? es la pregunta evidente. La respuesta empieza por reestructurar desde los cimientos la estructura política: mientras existan más de 280 grupos políticos que designan los candidatos para elección popular y los ciudadanos sigan votando a partidos ahogados en corrupción, no habrá salida a esta bazofia.