Temores
Si la segunda vuelta fuese hoy, Andresito ganaría. Don Guillermo Lasso Mendoza sufriría una paliza sin la ayuda del doctor Yaku Pérez Guartambel, sin la del señor empresario naranja don Xavier Hervas y sin las “Penas del joven Werther”, Pedro Freile. Y hasta con las de este último y aquél penúltimo es probable que no ganara.
Yaku, tan simpático y popular, se ha mostrado ya como un lobo con piel de oveja, acompañado de su Caperucita Roja, roja de frente y de perfil. Y Hervas, buen exportador, sabe dónde colocar sus brócolis congelados.
¿Cómo así don Andrés Arauz Galarza, -“El rayo que en Junín rompe y ahuyenta/ la USAna muchedumbre/ que, más feroz que nunca amenazaba/ a sangre y fuego, eterna servidumbre” va llegando al poder y la gloria?
Gracias a sus leales, valiosos e inteligentes servicios al genio de la guerra, el Libertador Rafael Correa Delgado; gracias a Interpol que abofeteó el rostro de la Justicia ecuatoriana proclamando al mundo europeo que Correa no era un ladrón condenado a ocho años de cárcel, sino una víctima de la política ecuatoriana, y esta, no lo dice Interpol, sino el pueblo popular, gracias a una diplomacia, castrada por nepotismos que no ha podido salir por los fueros de la verdad ultrajada; gracias a una cédula de identidad falsificada; gracias a torrentosos troles financiados por la corrupción amparada en la Constitución 2008, gracias al supuesto apoyo del Ejército de Liberación Nacional de Colombia a la campaña; gracias al hambre del pueblo ecuatoriano que añora los ajos y cebollas del Egipto de nuestro faraón; gracias al otro pueblo que va a las playas a divertirse, desnudo de seguridad y prudencia, un pueblo genocida que también habrá votado por otros candidatos mayores; gracias a que Andresito se ha acercado al Fondo Monetario Internacional, previa consulta y aplauso de Rafael, El Cínico sin Lámpara.
Tememos que, con Andresito, Ecuador será una Venezuela, una Cuba, una Nicaragua, donde las democracias populares han sembrado el caos en nombre de la Justicia Social, y, amparados por sus ejércitos, han producido una pobreza tan atroz que les ha permitido comprarse grandes extensiones del país y ser la nueva burguesía roja, los nuevos supermillonarios, los sempiternos padres de las patrias martí-bolivarianas. ¿Dónde habitas Consejo de Seguridad Nacional que trabajas muy bien en la frontera norte, pero que no previenes, que sepamos, el ineluctable nicolascizar a Ecuador si gana Andresito? Las Fuerzas Armadas son las defensoras de la Democracia. Lo son también de las democracias populares de los países mencionados. ¿Estaremos al borde de una guerra civil, de una fuga de capitales, de una falta de libertad?
“Los hijos de las tinieblas son más sagaces que los hijos de la luz”, dijo el Nazareno. ¿Y si Andresito es hijo de la luz y nosotros somos hijos del diablo que tentó a Jesús en el desierto? Hoy, no hay segunda vuelta, demos, pues, vueltas a lo dicho.