Los ciudadanos empezarán a ver desde este mes el resultado de varias decisiones tomadas por las autoridades el año pasado, entre ellas, un aumento del salario básico y mayores impuestos para una parte de la población, producto de la reforma tributaria que entró en vigencia por el Ministerio de la Ley.
También verán, aunque indirectamente, que tendrán que asumir el costo de un nuevo subsidio, ya que el Gobierno decidió otorgar desde este mes, a través de la banca pública, créditos a una tasa de interés del 1% para pequeños productores.
Esa era una oferta de campaña del presidente Guillermo Lasso, que se pagará con dinero público porque la tasa de interés real debiera ser del 16%, según las propias autoridades. Los 15 puntos de diferencia son un subsidio que constará en el presupuesto del Estado, como ocurre también con los combustibles o el aporte estatal del 40% al IESS.
En la actual coyuntura, esa tasa del 1% también será una respuesta a la Conaie, que en el diálogo con el Gobierno demanda, entre otras cosas, una reestructuración de las deudas de agricultores y pequeños productores y comerciantes con bancos privados, públicos y cooperativas. Y eso incluye bajar sustancialmente las tasas de interés.
La respuesta del Gobierno será destinar USD 1 000 millones para los créditos al 1%, que serán entregados a través de BanEcuador y la Corporación Financiera Nacional, entidades públicas que proyectaban pérdidas conjuntas por USD 534 millones al cierre del 2021.
La nueva tasa del 1% que regirá desde este mes formará parte de los cinco tipos de crédito que otorga el Gobierno, básicamente para educación, vivienda e inversión pública.
No se conoce mucho sobre el impacto de los créditos subsidiados por el Gobierno, más allá de que existe un gran número de beneficiarios. Lo que sí se conoce es que la historia de BanEcuador -antes Banco de Fomento- está plagada de condonaciones de deudas que al final son pagadas por los ciudadanos.