Mañana, viernes, serán las elecciones generales en la Universidad Central del Ecuador (UCE). Durante cinco años el Rector elegido será el responsable de un centro de estudios superiores de carácter público, financiado por el Estado, una forma de redistribución de la riqueza nacional. Responsabilidad muy grande en un país de inequidades palmarias.
A Pío Baroja, escritor español de la generación del 98, se le atribuye esta opinión: Iberoamérica, el continente tonto. Sí, algo de tontera tuvieron algunos de quienes dirigieron nuestras universidades. Tontera, improvisación, posiblemente idealismo espeso. Entre las 500 mejores universidades del mundo, tan solo la de San Pablo (Brasil). En fisión nuclear y en genoma humano, ausencia de latinoamericanos. Millones de revolucionarios que egresaban de nuestras universidades y pasaban a engrosar los poderes fácticos. La revolución de los estudiantes franceses de mayo de 1968, según su mentalizador, Marcuse, un fracaso romántico. Un paradigma para los universitarios del continente tonto.
Aterricemos: estudiantes de la UCE, vociferantes y tirando piedras a pocas cuadras del Palacio de Carondelet, ‘a un paso de llegar al poder’. La Universidad Estatal de Guayaquil llevada al pantano por obra y gracia de ‘revolucionarios’ y aprovechadores.
Fui profesor de la Escuela de Medicina de la UCE durante 43 años. Por décadas el MPD, con tontera y todo, malversaba los fondos destinados a la formación de los estudiantes de escasos recursos.
La UCE convertida en una sucursal de un partido político. Sus estudiantes a la espera de que se les exija para rendir todo lo que podían, que era mucho. Nadie pudo haber tenido mejores colaboradores que los mejores entre los mejores estudiantes de mi cátedra. Se me tenía como energúmeno. Hace poco fui objeto de un homenaje por parte de los estudiantes de la Escuela de Medicina de la UCE.
Gran responsabilidad: elegir a quienes dirigirán los destinos de la UCE. La mayoría de los electores de hoy ya no responden a consignas, es mi percepción. Que un ‘albanés’ de ayer nomás se presente como neoliberal, es de risa. Impulsar el pensamiento crítico es un reto para otro de los candidatos, quien posiblemente soslaya que sin pensamiento lógico, el que se ejercita durante los años de formación, toda crítica carece de sustento. Una “universidad inteligente y segura”, que propone otro candidato, al menos para mí es difícil de procesar. Quedan dos. El Dr. Sempértegui; a él y a su antecesor Dr. Samaniego se les debe el ambiente liberal que se respira en la UCE. Un logro mayúsculo. Sin libertad no hay desarrollo.
Por último, el Dr. Washington Benítez que sabe de procesos, único camino para llegar también al desarrollo institucional. Uno de ellos, Sempértegui o Benítez, será el nuevo Rector. Enhorabuena.