Sí: la escritura alfabética el gran invento del hombre en su afán de neutralizar la finitud de la vida. Se le ha concedido tal importancia como que la historia se inicia desde el momento en que con fidelidad los acontecimientos humanos pasan de generación en generación por medio del uso de unas pocas letras. Con la escritura alfabética, que se inició hace más de cuatro mil años, se llegó al prodigio de que consten no solo descripciones de los hechos sino además los pensamientos y los sentimientos de quienes fueron sus protagonistas. Todo lo anterior a la escritura alfabética queda como prehistoria.
Es un tema que me ha preocupado hasta la obsesión. Tanto es así que le he atribuido a la escritura alfabética un papel decisivo en la conquista del Imperio del Tahuantinsuyo y en el bárbaro proceso de aculturación que sufrieron los vencidos. Los quipus y pictogramas, en cuero de camélidos, requerían para ‘su lectura’ del concurso de quienes habían desarrollado una memoria prodigiosa, quipucamayocs y amautas. Destruidas las estructuras del Incario en poco tiempo ya nadie sabía “leer y escribir”. Los primeros cronistas enfatizan en que se ejercitaba la memoria para recordar los hechos.
Algo había leído sobre los armenios, el pueblo que al igual que el judío se había mantenido en el tiempo pese a diásporas y holocaustos. Un pueblo, rodeado por eslavos y turcos, siempre ampliando sus dominios, había sabido mantener su identidad. Llegó a mi conocimiento que con ocasión del cincuentenario del “Genocidio Armenio de 1915” se había publicado en Bs. As. una “Historia del Pueblo Armenio”. Era la traducción al español de la obra escrita en armenio por Ashot Artzruni (Ediciones Fundación Ararat, Bs.As., 1965).
Como en Quito aún vivimos nuestros 100 años de soledad, ni mención de aquella obra. Tuve que recurrir a uno de esos amigos piadosos que tengo en Bs.As. Uno de los 4 ejemplares que constaban en la red de libros antiguos de esa culta ciudad, llegó a mis manos. ¡Albricias!
Citas textuales: “Antes de perder su independencia política, el pueblo armenio ya había obtenido su independencia espiritual. Era dueño de su propia escritura, un arma poderosísima e invencible contra la política asimiladora de Bizancio y Persia. El alfabeto armenio fue creado en el 406 por Mesrop Mashtots”. “Aunque el Cristianismo era un medio muy importante para mantener la unidad nacional del pueblo armenio () era menester tener alfabeto propio. Creando su propia escritura el pueblo armenio ingresaría al seno de las naciones cultas; se despertaría su conciencia nacional”. “Después de la invención del alfabeto armenio, la Biblia fue traducida al armenio entre los años 406 y 436. Cronológicamente la traducción armenia ocupa el séptimo lugar entre las versiones de la Biblia aparecidas en todo el mundo”.