Un grupo de prominentes ciudadanos norteamericanos y empresarios cubanos escribió una carta pública al presidente Obama solicitándole suavizar las medidas que agravan la situación económica de la dictadura castrista.
La carta es consecuencia de una verdad: nadie sabe cómo acelerar desde fuera el fin de dictaduras como la cubana o la norcoreana.
Quienes la redactaron piensan que abrazar al enemigo e intentar fortalecer a la sociedad civil debilitará a la tiranía. ¿Lograrán su propósito?
No lo creo por estas siete razones:
1- Falta coherencia. Washington recientemente declaró “terrorista” al Gobierno cubano. ¿Por qué abrazarlo cuando aprueba sanciones contra Rusia o Venezuela por comportamientos antidemocráticos?
2- Mientras se divulgaba esta carta, el coronel Alejandro Castro Espín, hijo de Raúl, firmaba en Moscú un acuerdo de cooperación con servicios de inteligencia rusos. Luego visitaba Cuba el Jefe del Estado Mayor del Ejército chino, presumiblemente en una gestión parecida. Años antes, Fidel Castro, en Teherán, advirtió que todos juntos podían arrodillar al enemigo imperialista.
3- ¿Por qué Estados Unidos debe cooperar con esa tiranía, cuando toda la estructura de poder allí sabe que el marxismo-leninismo fracasó?
4- El Régimen cubano es enemigo tenaz y permanente de Estados Unidos. Durante la Crisis de los Misiles pidió a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas un bombardeo atómico preventivo contra EE.UU. Hoy, con Irán, Norcorea, Rusia y países del Socialismo del siglo XXI, Cuba intenta perjudicarlo. ¿Tiene sentido el trato benevolente con semejante Gobierno?
5- Por razones éticas Washington debe evitar la indiferencia moral que tanto afectó su imagen durante el siglo XX por su trato con dictadores como Trujillo, Somoza, Batista o Stroessner. Ahora está del lado correcto de la historia, mientras Cuba viola los derechos humanos brutalmente, duplica las detenciones contra disidentes y bloquea el acceso al Internet.
6- Hay razones electorales. La Casa Blanca debe escuchar a los legisladores cubanoamericanos. Ellos suelen expresar el sentir mayoritario de los cubanos radicados en Estados Unidos. El senador demócrata y los dos senadores republicanos; los dos congresistas demócratas, y los dos congresistas republicanos, discrepan en muchas cosas, pero no en mantener una política firme ante la dictadura. Hay una clara coincidencia bipartidista.
7- El objetivo de Estados Unidos debe ser que en Cuba se instaure una democracia plural y próspera, con la cual desarrollar unas relaciones respetuosas y normales. El sentido común indica que eso no se logra ayudando a la tiranía de Raúl Castro en medio de una crisis.