@VicenteAlbornoz
Cuando Rodrigo Borja llegó al poder en 1988, la economía estaba en soletas y la institucionalidad democrática se encontraba muy dañada. Durante su gobierno se reconstruyó la democracia y se ajustó la economía, aunque este último ajuste fue muy tímido. La reorganización económica finalmente sí se dio, aunque en el siguiente gobierno, el de Durán-Ballén.
El gobierno anterior a Borja (Febres-Cordero), había debilitado la democracia, además de manejar mal la economía. Actitudes autoritarias, casi dictatoriales, como rodear con tanques la Corte Suprema de Justicia o encarcelar opositores, habían debilitado la institucionalidad del país. Un gobierno abusivo había generado una policía abusiva, culpable de monstruosidades como el caso Restrepo o el fallido rescate de Nahim Isaías.
El manejo económico nunca había sido bueno, pero empeoró desde el desplome del precio del petróleo en 1986 y se volvió caótico luego del terremoto de 1987, cuando el Banco Central empezó a emitir dinero inorgánico.
Borja heredó un país convulsionado, al borde del abismo económico pero, acompañado de buenos equipos, impidió el colapso económico y le dio paz al país. Pero el ajuste quedó trunco. Borja había heredado una inflación al alza que casi llegó al 100%, pero nunca la pudo bajar de 47% porque no hizo los ajustes suficientes al gasto público. Incluso firmó varios acuerdos con el FMI, pero ninguno se cumplió, justamente porque faltaron ajustes.
A quien le tocó ajustar la economía para volver a crecer fue al gobierno de Durán-Ballén que,con Dahik en lo económico, entre otras cosas, bajó la inflación a casi 20% y logró el imposible de bajar la pobreza.
Cambio de escena, 29 años más tarde. Cuando Lenín Moreno llegó al poder en 2017, la economía estaba seriamente dañada y la institucionalidad democrática se encontraba en soletas. El gobierno anterior a Moreno (Correa), había destruido la democracia, además de manejar muy mal la economía. Actitudes autoritarias, dictatoriales, como el encarcelamiento de opositores y la persecución a los medios de comunicación, habían matado la institucionalidad.
El manejo económico nunca había sido bueno, pero se deterioró notablemente desde el desplome del precio del petróleo en 2014 cuando el Banco Central prestó dinero al gobierno (emitiendo moneda inorgánica) y se volvió más caótico luego del terremoto de 2016.
Moreno heredó un país convulsionado, al borde del caos económico, pero gracias a su equipo político, rápidamente empezó a reconstruir la democracia. El ajuste económico ha logrado evitar el caos, pero es muy tímido y queda mucho por hacer. Hasta podríamos firmar un acuerdo con el FMI, pero igual no lo vamos a cumplir. Será el próximo gobierno el que ajuste la economía y volvamos a crecer.