Atawallpa Oviedo
A propósito de cojudos
Parafraseando al gran maestro japonés Masanobu Fukuoka: "Lo único que sé es que soy cojudo, pero los demás no lo saben". En otras palabras, yo puedo dejar de ser cojudo siendo consciente de ello, pero los demás ni siquiera piensan en ello porque creen que no son cojudos.
También podríamos parafrasear a Facundo Cabral: "Tengo miedo de los cojudos, son mayoría y ponen presidentes". Los presidentes de Ecuador son producto o representan la cojudez de su pueblo. La prueba es que ahora se tiene que elegir entre dos cojudos.
La izquierda cojuda es capaz de aliarse con el gran cojudo de Correa para enfrentar a la derecha cojuda. Son como el grupo terrorista Hamás, capaces de enfrentarse al estado sionista terrorista de Israel, asumiendo que luchan por toda Palestina, lo que les da a ellos la oportunidad de destruir toda Gaza y al resto de palestinos. Si Correa llega al poder, hará lo que hizo Ortega y Maduro, no renunciará al poder por nada del mundo.
Según un testigo, los correistas mataron a Villavicencio y muchos cojudos salen a decir que no le creen. Cuando lo adecuado es nicreer ni no creer nada, sino esperar a ver qué pasa realmente y no ponerse a hacer una serie de especulaciones, suposiciones, adivinanzas.
Pero lo más risible de la cojudez es que Bucaram e Iza han coincidido en el mismo saco. Ambos pidiendo el voto por Correa. Iza ha abandonado el "nulo voto ideológico", y ahora no es ni correista ni anticorreista. ¿Qué pasará mañana? Su ideología baila a su antojo.
Por supuesto, nadie nace cojudo, hay un sistema que le hace serlo. Toca salir de este sistema. Pero eso no lo va a hacer la izquierda, y menos la derecha. Son visiones cojudas, pero no pueden salir de esta cojudera creada y reproducida desde hace más de 200 años. Son incapaces de ver un camino a seguir que no sea cojudo.
Es hora de deshacerse de la cojudez que representan la derecha, la izquierda, y los monoteísmos que nos están llevando a una tercera guerra mundial. Quizá la última.