El presidente va a solicitar al Fondo Monetario Internacional FMI préstamo por un valor de US$ 3.000 millones, probablemente del llamado Servicio Ampliado, que implica mayores plazos de pago. Esta decisión es correcta, que también servirá para pagar deuda externa en 2024/5, cuyo interés ha subido porque rige una tasa de interés variable. Esta solicitud es clave para que se perciba que el país puede crecer y bajar el riesgo país. Además porque el Ecuador no tiene liquidez para que funcione el Estado sin gastar la Reserva Monetaria que reposa en el Banco Central, para evitar presiones hacia una desdolarización indeseable. Esta vía crearía las precondiciones para hacer reformas estructurales con visión de futuro y bajar el riesgo país por lo menos a 500 puntos como Perú y Colombia.
En esta dirección cabe una austeridad importante en los gastos del Estado, mejorando su calidad en función de la productividad, para que se justifiquen los latisueldos. (Un buen ejemplo es reducir a 40 millones de dólares los gastos de la consulta electoral). Esta austeridad es plausible, pero no las rebajas de impuestos como la del IVA para la construcción, que beneficiarán más a las grandes constructoras de Quito y Guayaquil.
Al FMI le interesará saber la realidad de Petroecuador, cómo se va a mejorar la delicada situación del IESS , cuánto recaudará el Estado por la subida del IVA , del ISD y por las medidas no permanentes, incluyendo la remisión que perdona los intereses y multas, si los deudores poderosos del Estado por fin pagan.
También el FMI evaluará la focalización de subsidios a fin de disminuir los regalos de recursos a quienes no los necesitan , lo cual implica retirar el subsidio al diésel que consume el sector camaronero, porque además puede ser observado si los Estados Unidos concluye que se trata de un dumping comercial.
Para mejorar la educación de la gente pobre se necesitan muchos recursos, por lo que es necesario redistribuir los frutos el progreso, creando un impuesto al patrimonio de los ricos y restableciendo el impuesto a las grandes herencias que por equidad deben pagar los que reciben cuantiosas fortunas.
El dinero ilícito que circula en el Ecuador por el momento aumenta la liquidez, pero si las medidas de control son acertadas disminuirá y solo se recibirá el dinero lícito de los esforzados trabajados emigrantes que envían a sus familiares para el gasto corriente.
Todo lo anterior es necesario gestionar para que haya empleos crecientes, para lo cual coadyuvará la aprobación del trabajo por horas, que el gobierno debe promover con una pedagogía sencilla, a fin de que los desempleados voten positivamente.