El compromiso de varias empresas privadas con la ciudad da resultados en el rescate y embellecimiento de varios parques.
En medio de noticias complicadas, como las que vienen de la economía y de los debates acalorados de la política, descubrir y mostrar -como lo hizo EL COMERCIO- las distintas iniciativas de la empresa privada para el cuidado de los parques es algo refrescante.
En distintas avenidas del norte, centro norte y sur de Quito, distintas empresas que trabajan en la ciudad, interactúan con los ciudadanos en su tarea diaria, quieren dar algo más y lo hacen.
Estas empresas trabajan la jardinería, construyen caminos peatonales, arreglan los juegos infantiles y mantienen en buen estado el césped.
De esa manera se aporta con un espacio público sano y diferente.
Desde hace algunos años y en plena coordinación, vecinos como los que habitan el Quito Tenis dieron su aporte en la misma línea y se comprometieron además con la seguridad. Ahora, junto con la iniciativa de varias empresas privadas, los comités barriales también actúan.
No se debe perder de vista la tarea del cabildo capitalino en el mantenimiento de los parques y, por cierto, de la seguridad, pero esta tarea puede sumar esfuerzos municipales, de los vecinos y el aporte voluntario de la empresa privada no deja de ser grato. Lo ideal es estimular ese aporte para que varios de los parques sean rehabilitados y cuidados no solo con aportes económicos sino con el compromiso de los usuarios.