Paciencia

Me dicen que en la política se debe tener cantidad de paciencia. De acuerdo: paciencia para aguantar a los políticos, sus organizaciones y demás que juegan con sus votantes. Paciencia para aceptar que los candidatos a las elecciones seccionales fueron escogidos en los últimos segundos, bajo el lema de todo vale, antes del cierre de inscripciones. Paciencia para escuchar llamadas que ofrecen lo que sea mientras el requerido candidato acepte lo que necesiten y escuchar cosas como: "Si no quieres concejal, ¿quieres ser Prefecto?

¡No, mejor Viceprefecto! Es que el fulanito y el menganito no contestan todavía…". Y esto no una vez en el día, sino varias. ¡Ah! Y tampoco de un solo partido, movimiento u organización sino de varias al tiempo. Porque estaban en las mismas, unos en mayor grado que otras. Pero este proceder no debería ser admitido por la ciudadanía ni por las autoridades competentes y tampoco por los dirigentes nacionales conscientes que en unas provincias reina el orden y en otras el descalabro.

La paciencia la necesitamos los votantes y llenarnos de ella, porque nuestra política ha caído en niveles nunca antes vistos. Nos dijeron que los partidos eran ya obsoletos, que no servían, que la misma gente… ¡Tantas cosas! Vemos que los nuevos "partidos", que ya no se llaman así, han recibido a los mismos de siempre en sus bases y simplemente los reciclan. Esto último, siguiendo el ejemplo del más grande. Hoy estás aquí, mañana llenas esta lista, triunfas, sube tu alterno y pasas a ganar esta otra elección. Y así sucesivamente.

Por novatos dicen que no pueden ser como los grandes ID, PSC, DP, pero necesitan de sus miembros para sus propias listas. Por novatos, se encuentran en apuros de última hora y hacen el papelón de llenar sus listas con el que asome o se le cruce en el trole o endosan los puestos ganados en las primarias. Por novatos, dicen, que no pueden ser organizados como los obsoletos, pero, ¡qué gran contradicción! Por ser jóvenes, no digo en edad de sus adherentes, sino en sus aspiraciones, deberían ser ambiciosos de perfección y demostrar la innovación.

En vez de pedir paciencia por errores que no tienen nombre ni perdón y, menos, cuando sin transparencia tapan la inoperancia de quienes orgullosos son presidentes provinciales o cantonales.

¡Ni que las elecciones seccionales se hubieran anunciado el 18 de noviembre y las inscripciones se hubieran cerrado el 21 del mismo mes para aducir que tenían apuro! Mientras tanto, gracias a los bailes políticos se perdió el fragor de la lid, ¿será que hay candidatos a Alcalde o ya a nadie le importa? ¿Será que discutirán para nuestro beneficio los grandes problemas de ciudad? Lo mejor es que siempre se puede votar por todos, demostrando que ya nos somos los que votamos por el mejorcito, sino sólo cuando es el candidato preparado, consciente, respetuoso del votante y de su propia ciudad.

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