Es lamentable lo que ocurre al interior de las filas del movimiento Pachakutik. Un nuevo escándalo afecta a una de sus principales dirigentes.
Hace pocos días atrás se filtró un audio en el que la subcoordinadora nacional del movimiento, Cecilia Velasque, en una reunión con la bancada de su movimiento en la Asamblea Nacional dice: “A mí no me van a venir a ofrecer de pasa cafés, a mí me dan ministerio completo o nada”.
Velasque no ha desmentido la existencia del mismo. Al contrario, ha dicho que ese comentario lo hizo en sentido figurativo y que no se trató de los términos de una negociación con el gobierno para evitar la destitución del presidente Guillermo Lasso en el juicio político que se le sigue en la Asamblea Nacional.
Una vez hecha pública esta grabación, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) no ha tardado en reaccionar. Involucran a Velasque en una supuesta negociación con el gobierno y han exigido su separación.
Lo que resulta por demás curioso es que esta reunión de la cual se deriva el audio se produjo el 11 de abril, pocos días antes de que el presidente Lasso diera una entrevista a un medio internacional y afirmara que “los opositores no tienen los votos ahora para enjuiciarlo”.
Si esto es así no habría entonces los votos suficientes para destituir al presidente de la República. Y nuevamente una decisión tan delicada como enjuiciar a un presidente no se sustenta en pruebas y un proceso, sino que se negocia y es producto de la compra de votos. Práctica tan recurrente y reprochable no solo por quien se deja corromper sino por quien corrompe.
En el caso de Pachakutik esto no es nuevo. Hay el antecedente de la asambleísta Rosa Cerda (“si van a robar, roben bien”) o las del flamante alcalde de Pindal, Julio Guerrero (“los alcaldes pueden llevarse hasta el 30% de lo que cuesta una obra”).
Quedan, a la final, muchas preguntas: ¿este es un caso aislado o una práctica común de la dirigencia de Pachakutik? ¿Así debe seguir siendo la política? ¿Todo vale incluso cuando se trata de defender la estabilidad democrática?