Para empezar, como el Ecuador no es atractivo para las inversiones por su tamaño, su capital humano retrasado, necesita ofrecer más perspectivas ciertas de rentabilidad que sus países vecinos, por ejemplo, para animar a los capitalistas internos y externos a correr el riesgo de invertir, sin lo cual nada se podrá hacer.
Si hay el respaldo de los inversionistas y como el cambio de la matriz productiva no se ha podido hacer es absolutamente necesario implantar un programa efectivo tendiente a mejorar la competitividad productiva en todos los sentidos, transversalmente, sobre la base de lo que producimos y buscando nuevos nichos de mercado para” productos diferenciados” que el Ecuador pueda hacer sin esperar mucho tiempo.
El nuevo gobierno podría acordar un plan conjunto con la empresa privada, resaltando el carácter transversal y la urgencia de “involucrar a todo el país”, a las fuerzas nacionales, convocando a todas las energías productivas, empezando por el capital humano: empresarios y ejecutivos mejor preparados para modernizar los procesos productivos de sus empresas; incorporación de los nuevos profesionales que están regresando después de haber estudiado en universidades de alta calidad mundial; trabajadores de todas las áreas preparándose para producir más cosecha por hectárea, más pesca por viaje, más insumos y productos finales sin alterar los costos, prestadores de servicios logísticos más ágiles y efectivos sin alterar los precios, transporte más expedito para ocupar las buenas carreteras y el combustible barato, publicistas y tecnólogos de la información más efectivos que ahora. “Es decir que todos produzcan más que ahora en las mismas 8 horas de trabajo diario”.
Banqueros que comprendan que si el país no es más productivo no será competitivo en ningún mercado y no será posible aumentar los créditos bancarios ni pagar cumplidamente los préstamos, por lo cual deberán ser más flexibles en el financiamiento a la empresa privada a tasas competitivas, mirando el crecimiento de sus utilidades en un mayor horizonte temporal.
Afianzando lo que ahora producimos bien, debemos potenciar los nuevos modos de hacer a base de complejidad técnica mediana, superando el retraso tecnológico y buscando mercados grandes. Para eso se debe mejorar el clima de negocios para que los ecuatorianos que quieran traer sus capitales expatriados den ejemplo de confianza en el país a los inversionistas extranjeros.
La producción agropecuaria e industrial puede mejorar su productividad bajando los costos e incursionando en productos especializados de mayor precio, en bienes diferenciados para entrar a grandes mercados. Pero todo esto será posible si se ofrece un programa de competitividad productiva muy atractivo y que implique mayor rentabilidad que la de los países vecinos, por lo menos.