Hicimos un viaje desde Quito hasta Guaranda y en la pequeña y hospitalaria ciudad de las siete colinas nos encontramos con una pareja de recién casados que venía de Guayaquil y luego viajaría a la capital. Su idea era que esa ruta resultaba la más apropiada. ¿Cómo así?
En primera instancia, las distancias son las siguientes: de Quito a Guaranda 220 km y de Guaranda a Guayaquil 150. Es decir 370 km. Otra posibilidad es por Santo Domingo de los Táchilas. De Quito a Santo Domingo hay 138 km y de Santo Domingo a Guayaquil 268. En total por esta vía 401 km. Hay una diferencia de 31 km a favor de Guaranda.
Nos consta que el viaje en automóvil hasta Guaranda es grato e interesante y, por supuesto, por carreteras en buenas condiciones, tal como en la mayor parte del país. De Ambato a la capital bolivarense no hay zonas especialmente peligrosas y sí el atractivo del paso al pie del gigante Chimborazo. El día que hicimos ese recorrido primaba la niebla y el volcán no se dejó ver. Pero la nieve llegó levemente hasta a carretera y los ocupantes de varios vehículos se bajaron para tomarse fotografías.
No hemos constatado las condiciones de la carretera Guaranda-Guayaquil pero los recién casados nos contaron que son igualmente buenas. Hace una veintena de años recorrimos esa ruta y subimos de la Costa a la Sierra por el Torneado. Un tremendo ascenso casi vertical de 800 metros hasta ubicarse en los Andes, cerca de Chimbo y de Guaranda. Un trayecto con más susto que gusto. Hoy la vía es OK, como dicen algunos.
Antaño, hasta el año 1905, los quiteños que viajaban a Guayaquil tenían que usar mulas -y seguramente caballos- desde Ambato hasta Guaranda (85 kilómetros) y luego bajar por el Torneado hasta encontrar en Los Ríos la población de Ventanas. Allí ocupaban una embarcación y cubrían unos 80 kilómetros de navegación fluvial hasta llegar al gran puerto del Ecuador. Igual sucedía, al revés, con los guayaquileños que deseaban viajar a Quito. En 1905 el tren alfarista pitó en Riobamba y sus pasajeros siguieron por la carretera García Moreno -en coches o carretas- hasta la capital.
Desde entonces Guaranda y sus alrededores quedaron aislados y buena parte de sus habitantes emigró a Quito o Guayaquil especialmente. Los artesanos ya no fabricaron herraduras sino armas baratas hasta que les prohibieron con acusaciones de mal uso. Lo que nunca cambió fue el Carnaval con una dosis moderada de agua, harina y Pájaro Azul y con muchos bailes y disfrazados, todos bajo el mando del Taita Carnaval. Una fiesta que se mantiene inalterable y llamó la atención internacionalmente por sus características y por el culto a costumbres que ya se esfumaron en otros lares.
Ubicados en el centro del Ecuador, con un experimento industrial muy interesante en Salinas -a 30 kilómetros de Guaranda- los bolivarenses esperan que algún día vuelvan a pasar intensivamente por sus carreteras los quiteños que buscan a Guayaquil y los guayaquileños que quieran viajar por tierra, viendo volcanes, hasta Quito.