Líbano dividido y con temor

Mona Alami

Un atentado suicida acabó este viernes 20 con un período de frágil calma en el dividido Líbano, que teme que los conflictos en Siria e Iraq repercutan en toda la región, mientras facciones yihadistas lideran una insurrección sunita contra el Gobierno de Iraq dominado por los chiitas.

El avance sobre Bagdad del Estado Islámico de Iraq y el Levante (ISIS), grupo extremista escindido de la red islamista Al Qaeda, amenaza la frágil estabilidad de Líbano.

El viernes, una explosión sacudió el cruce de Dahr al Baydar en el oriental valle de Bekaa cuando un atacante suicida se inmoló cerca de un puesto de control de las fuerzas de seguridad. El atentado sucedió poco después del paso del convoy del director general de seguridad Abbas Ibrahim.

La agencia nacional de noticias libanesa informó que dos personas murieron y varias más resultaron heridas en el ataque.

“El peligro reside en las células terroristas latentes que existen en todo el país. Descubrimos varios complots y brechas de seguridad en la última semana”, declaró un oficial del Ejército libanés bajo anonimato.

Un documento del Mossad, el servicio secreto de Israel, publicado por el diario local An-Nahar este mismo viernes 20 sostiene que islamistas de las brigadas Abdullah Azzam, vinculadas a Al Qaeda, planeaban asesinar a un alto funcionario de seguridad libanés, posiblemente el general Ibrahim.

Un plan de seguridad que se puso en práctica este año permitió la detención de varios extremistas responsables de atentados en zonas chiitas donde la población respalda a Hezbolá (Partido de Dios).

La organización está muy involucrada en Siria, donde se cree que unos 5 000 de sus combatientes están a la vanguardia de la lucha junto a las fuerzas del presidente Bashar al Assad, según una fuente cercana.

El levantamiento en Siria lo lideran en gran parte sunitas que libran la guerra contra el gobierno encabezado por el clan Assad, que pertenece a la comunidad alauita, una rama del Islam chiita.

El control de las zonas fronterizas sirias por parte de Hezbolá interrumpió el ingreso de coches bomba de Siria a Líbano y perjudicó la capacidad de los grupos extremistas, pero no acabó con esta, según expertos.

Esa capacidad “persiste los pasadizos ilegales donde se pasan municiones o explosivos, en las zonas de Bekaa y el norte de Líbano”, señaló Wehbe Katisha, un general retirado libanés y experto en asuntos militares.

En este contexto, otras fuentes apuntan a posibles ataques sobre Dahieh, que son los suburbios al sur de Beirut y un bastión de Hezbolá, añadió Katisha. En esta tercera semana de junio, combatientes hezbolás y el Ejército libanés reforzaron la seguridad en la zona cuando se supo que un grupo extremista atacaría dos hospitales locales.

Katisha subrayó que la debilidad institucional del Estado, combinada con la proliferación de las redes yihadistas sunitas y las milicias chiitas son factores que conducen a más violencia sectaria.