Dramático el presidente Correa en la sabatina del 19 de marzo del 2016, en Limón Indanza: “Están esperando que venga un familiar de un enfermo de cáncer, le meta un tiro al presidente, porque el presidente malvado, ¡cómo odia a los enfermos de cáncer! ; y, si eso llegara a pasar, sería la mayor torpeza (…) “Inmerecidamente me inmortalizaría, y, por si acaso, me queman, mis cenizas las echan, la mitad en el río Guayas, y la mitad en un arbolito a ver si al final aunque sea sirvo para algo. Y nada de un monumento ni nada de esas cosas, que nunca me han gustado” (…)
“En todo caso, eso se busca como hicieron con Eloy Alfaro, la que indujo el asesinato de Alfaro fue la prensa, sobre todo El Comercio y después rasgarse las vestiduras y a hablarnos de democracia, paz, unión y tolerancia” (…) “ya no permitamos que nos engañen y nos manipulen, para que alguien me pegue un tiro”.
Y quizás influenciado por las lecturas bíblicas de Semana Santa –conozco que proclama su fe católica-, en particular del Evangelio de Lucas 23, camino de Jesús al Calvario “…Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad más bien por vosotras mismas y por vuestros hijos, porque he aquí, vienen días en que dirán: dichosas las estériles, y los vientres que nunca concibieron, y los senos que nunca criaron”, con el temor de lo que acusa como la restauración conservadora, invocando que esto no se lo permita, afirmó “Yo me voy en mayo de 2017, esto no es por mi gobierno, esto es por ustedes, por la sociedad por el país, por las futuras generaciones, por el bien común”.
Además, en otras reflexiones, el Presidente repasa la Semana Santa, puntualizando hechos y citas como posibles de ser referentes a circunstancias que se estarían armando – o se armarían- contra él.
En el Ecuador no hay por ahora el tremendismo del terrorismo, como lo terrible sucedido ayer martes en Bruselas, Bélgica. Pero, la fraseología que incendia para nada es buena.
En oposición, que bueno ver el acercamiento entre los presidentes Barack Obama y Raúl Castro y la entrevista, en La Habana, del secretario de Estado Kerry con las delegaciones del Gobierno colombiano y de las FARC para la paz en Colombia.
Nadie debe impulsar o asumir perennizarse por el martirio, ni suponer que se repita la hoguera bárbara, ni la crucifixión.
Siempre será preferible buscar coincidencias, tener tolerancia y racionalidad. En crisis como la que estamos, la solución no es despellejarse unos a otros, peor intentar quebrar o asfixiar o desacreditar a entidades, empresas o personas naturales.
La verdad nunca se conocerá por sólo agravios, sino por la absoluta transparencia y la falta de ésta es la perniciosa falencia que se está sufriendo en los años que vivimos.