Sorpresa: vía internet “SRI le informa” a un pariente cercano que por la Ley Orgánica de Solidaridad (cuyo título completo ocupa casi dos líneas), han creado una contribución solidaria a pagar 0,9% sobre el patrimonio que la entidad gubernamental la ubica –según las bases de sus datos- en valor igual o mayor a un millón de dólares. Advierte: “Evite el pago de multas e intereses cumpliendo a tiempo con sus obligaciones”.
Lo real es que el notificado tiene un patrimonio registrado de 420 mil dólares.
En el largo título de esta ley incluyen la “Reconstrucción y Reactivación de las Zonas Afectadas por el Terremoto”. ¿Lo que sobre, a qué se destinará?
Que el actual Gobierno está endeudado hasta las cejas y que debe, como se dice en común, hasta a las once mil vírgenes, es real.
En la semana anterior, estas informaciones: Mil millones de dólares se prevé recaudar por esta Ley Solidaria y otra de “Equilibrio Fiscal”, que también prevé descuentos en los sueldos. En la página 8 –El Comercio- Parroquias realizarán un plantón hoy en Quito para presionar que el Ministerio de Finanzas transfiera las aportaciones para el afamado IESS, que están atrasadas; pero por ese atraso reciben sanciones y castigos.
Igualmente: Plantones de militares en servicio pasivo para que el Ministerio pague los aportes a su seguro social (ISSFA) y una deuda total, cuantiosa.
Faltaría espacio para ocuparse de otras cargas tributarias que pesan especialmente sobre la pobre clase media, con ingresos limitados y obligaciones por doquier.
El curioso sistema de la moneda electrónica parece no convencer, porque los saldos se pagarían con bonos del Estado. Y está a la vista lo que acontece en Puerto Rico, donde hay más de 60 mil personas que tienen bonos del Gobierno, por USD 15 mil millones; teniendo en cuenta que el Gobierno de la isla ha cometido el error de endeudarse por una USD 70 mil millones. ¡Y no los puede pagar!
Toda vez que el quiteño es propenso a llevar a la broma hasta lo que es un tanto trágico, tomó un argumento central del Ministro de Finanzas sobre la “bondad” del dinero electrónico y creó este símil: abro la cuenta en el Banco Central con mi plata en billetes contantes, aunque no sonantes; “la bondad” de la “velocidad de la circulación” podría significar que dos horas más tarde, a 100 de velocidad por hora, ese dinero podría estar prestado al Gobierno, a cambio de bonos.
Hace 16 años congelaron los depósitos de los bancos privados y el dinero del depositante lo entregaban, disminuido en su valor, con Certificados de Depósito (CDRs) de la AGD que, para convertirlos en efectivo, había que venderlos hasta con 30% de descuento.
Ya llega el pago del treceavo sueldo y el ingreso escolar. ¡Mejor billetes que bonos!