¿Puede un error en una hoja de cálculo “destruir las economías del mundo occidental” como lo sugiere el Nobel de economía Paul Krugman? ¿Es posible que varios países desmantelen su sistema de bienestar, reduzcan las pensiones de jubilación, soporten enormes tasas de desempleo, influenciados por un reporte con graves errores? ¿Cabe la posibilidad que uno de los documentos considerados fundamentales del pensamiento económico post-crisis del 2008 sea un fiasco? ¿Pueden dos profesores de Harvard, verdaderos gurús de la economía mundial, equivocarse en su manejo de Excel? ¿Y que estos participen en la formulación de las políticas de un organismo internacional económico de primer rango? ¡Imposible! ¿En qué mundo viviríamos? … Desgraciadamente, en el nuestro.
Se trata del ensayo “Growth in a time of debt”, de los profesores Carmen Reinhard y Kenneth Rogoff, ella dentro de la lista de las 50 personas más influyentes en los mercados según Bloomberg, él un ex economista clave del FMI. Este estudio concluía que altos niveles de deuda pública anulan el crecimiento de un país (a partir de la barra de 90% de deuda sobre el PIB el crecimiento es del 0,1%). Este era el documento académico más citado para someter a los países europeos a una “cura” de austeridad brutal: más impuestos, menos gasto público en salud, educación, recortes de salarios a funcionarios… La miseria se instaló en varios países, quienes aguantaban la austeridad con la esperanza de que el crecimiento económico regrese una vez que la deuda pública caiga (como sugería el consabido reporte). Solo que se han detectado errores inequívocos en la hoja de cálculo de Excel utilizada por Reinhard y Rogoff.
Los países no podían gastar un centavo, a pesar de tener frente a su ojos la miseria de su pueblo, todo bajo el celebre eslogan TINA (“there is no alternative”, no hay alternativa). Como dice Sylvie Kauffmann en “Excel + FMI = UE -TINA”, el descubrimiento del error llega justo en el momento en que la gente se indignaba ante la desgracia que la estricta austeridad inflinge .
La reflexión más clara viene del Nobel Krugman, que advierte que desde su publicación aquel reporte fue duramente criticado y otros equipos de economistas no lograban obtener los mismos resultados. Pero ese reporte convenía a todos los neoliberales y la derecha económica que querían aprovechar del contexto para desbaratar el Estado de Bienestar.
No bastó que durante la crisis, a través de los planes de rescate a los bancos, se haya transferido el muerto a los contribuyentes, sino que además ahora se elimina con entusiasmo los servicios sociales. Como señala Krugman, poco importa que el error se haya descubierto, ya encontrarán otros reportes que, aunque criticados, les permitan mantener su dogmatismo.