El poder y el ‘golpe blando’

Hay que agradecer al Jefe de Estado por haber introducido en la controversia política el concepto de golpe blando, porque si se examina la realidad institucional del país, eso es precisamente lo que ya ha ocurrido.

En efecto, sin intervención de los cuarteles, ni disolver el Congreso (la Asamblea actual) ni destituir a la Corte Nacional de Justicia o la Corte Constitucional, la Revolución Ciudadana (RC) ha asumido el control sobre todos los poderes o funciones del Estado, con lo cual, a través de un ‘golpe blando’ se han eliminado elementos sine qua non de la democracia: la independencia de poderes y los contrapesos consiguientes.

La Corte Constitucional –que con la Constitución de Montecristi– no solo aprueba las declaratorias de emergencia por parte del Ejecutivo (que han sido múltiples y constantes), sino que interpreta la Constitución, decide sobre la constitucionalidad de leyes y decretos, emite normas legales sustitutivas, califica la viabilidad de consultas y referendos, entre otras facultades, está al servicio de la RC.

Y la Asamblea ha incumplido descaradamente su obligación fiscalizadora y se ha convertido, como se ha dicho repetidamente, en secretaría de expedición de leyes de la Presidencia de la República.

Y esto, sin analizar lo que ocurre en el Consejo Nacional Electoral, la Fiscalía, la Contraloría, Superintendencias, Procuraduría, y ese engendro llamado Quinto Poder, que responden, sin pudor, a los intereses del poder.

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