Partiendo del principio de lógica y del cinismo que dice que la política es el arte de lo posible, en el laberinto que se ha producido en el Ecuador y que hasta el momento significa que nadie gana, pero que tampoco que nadie pierde, los acuerdos por estrafalarios que parezcan nunca deben ser descartados. Por ejemplo, en el caso electoral donde los resultados dan a un ganador y a dos perdedores, porque no será posible que entre los últimos surja un acuerdo antes que esperar un dilatado juicio político o que el juego de ruleta de la muerte cruzada decidan la suerte nacional. Los que consideran que la historia solo es parte importante de las bibliotecas y no muestra de saber ignorar lo que significa el pacto Molotov – Ribbentrop, ni como los chilenos aceptaron las reglas para aceptar un plebiscito planificado para la victoria de Pinochet que terminó en la victoria del No donde coincidieron los Socialistas y los Demócratas Cristianos; tampoco aceptarán que el retorno a la democracia en el Ecuador no se dio por una asamblea constituyente sino por acuerdos entre militares dictadores y civiles democráticos .
En esta difícil hipótesis el principal opositor no es el correísmo sino el ego de los lideres de los perdedores para encontrar una salida política a la situación que tenga por principales objetivos que Guillermo Lasso termine el periodo para el cual fue elegido y Jaime Nebot evalúe lo que puede conseguir si rehace y con un nuevo que conseguir de una nueva derecha seria y respetable, superado baje el volumen y redoble sus esfuerzos de acercamiento de los opositores que lidera el ministro Cucalón. Los asesores de lado y lado, sin renegar sus honorarios que hagan comprender que es más beneficioso para el país abordar al centro del sistema. En este contexto sorprende que el presidente de la legislatura se olvidó que preside una función del estado y voto por anticipado a un juicio que no empieza. El apresuramiento puede significar ambición.