La idea era buena. Un gesto de confianza a la empresa privada y al mundo de los negocios para abrirse tras una década de arcaicos conceptos estatistas.
Pero la buena voluntad no alcanza. El Gobierno hizo un llamado al lanzar con buen criterio el plan prosperidad. Una señal de apertura indispensable. Era mayo del 2017.
De entonces a esta parte casi nada marcha en esa línea ni por el camino correcto. El Fisco demanda recursos y el país espera avances nítidos.
El ámbito petrolero estatal luce con problemas (ver nota de la página 2). En agosto pasado se anunció la intención del Régimen para que las empresas públicas, entre ellas Petroamazonas y Petroecuador, coticen en la bolsa de valores. El proceso de fusión está en marcha, pero sus cuentas tienen inconsistencias.
Las auditorías contratadas por la Contraloría dicen que los saldos en distintos bancos muestran sensibles diferencias con los registros contables y no se han realizado algunas provisiones que debieran hacer las petroleras para cumplir estándares internacionales. Los informes de auditoría tienen salvedades y hasta se abstienen de emitir un comentario por inconsistencias en la información. ¿Se quiere ir a la bolsa sin información concreta ni certezas?
También, altos funcionarios hablaron de atraer a empresas extranjeras para operar las refinerías y hasta para emprender y construir una nueva.
En cuanto a las carreteras se harán algunas concesiones para que el sector privado las construya y opere, podría ser una buena señal pero los anuncios deben concretarse pronto.
En el sector eléctrico también se habló de concesionar la administración de activos estatales como la presa Sopladora o la misma Coca-Codo Sinclair. Además, se fusionaría CNEL y Celec. ¿ Cuándo?
También se esperan acciones para atraer capitales a la telefónica estatal. Pero todo avanza a paso muy lento y el tiempo pasa mientras la caja fiscal sigue agostada. Para este año, la monetización de activos estatales le rendiría USD 1 000 millones de ingresos a Finanzas, pero falta mucho por hacer y solo queda un trimestre.