Los datos que se observan en algunos centros especializados en carreras técnicas son decidores. Hay más inscritos.
El interés por las carreras técnicas pareciera estar retornando; en verdad debe retornar, ya que un país demanda todo tipo de especialistas para su cotidianidad y su desarrollo.
Durante algunos años se valoró sobremanera la idea de alcanzar los más altos títulos universitarios en centros de estudio, en lo posible del exterior. La idea era que las maestrías y los títulos PHD garantizaban un mejor futuro. El país, y especialmente muchos jóvenes esperanzados en su buena formación, se hicieron castillos en el aire. La realidad de los ingresos y las oportunidades de trabajo fue muy distinta a lo imaginado.
Por esa razón es importante valorar las carreras técnicas y asumir la formación con rigor. Abrir la puerta con reformas legales para que sean avaladas con posteriores estudios universitarios es primordial.
En un país se requiere de mandos directivos, pero esos mandos no lograrán nada si no cuentan con mandos medios de alta capacidad y competentes; para ello las carreras técnicas eson primordiales.
En los países europeos hay un impulso y una valoración a las carreras técnicas como la plomería, la electricidad, la especialización en automotores y maquinaria; los diseñadores y programadores de ramas tecnológicas tan demandadas hoy en día. En una sociedad donde el conocimiento y el servicio priman, carreras de ese orden son muy bien valoradas y quienes se ocupan de ellas obtienen ingresos que les permiten mantener un buen nivel de vida.
Por esa razón, y atendiendo a una lógica de la educación para el servicio de la gente y la prosperidad social, familiar y personal, se debe consolidar en el país el impulso a estas carreras técnicas, sin desconocer que los estudios universitarios suelen mostrar una mayor demanda de los rubros tradicionales.
Valorar a una sociedad articulada en su conjunto procura una vida mejor para todos, incluyendo las carreras técnicas y los oficios, tan importantes en la vida moderna.