Si dependiera de los conteos oficiales, la opinión pública no sabría hasta ahora los detalles de las elecciones seccionales del 23.
Las páginas web, tan expeditas en anteriores procesos como las elecciones presidenciales y las consultas, hoy solo muestran el conteo del voto electrónico.
La tarde del domingo fueron los resultados de las encuestas realizadas a boca de urna los que dieron tranquilidad al país y dotaron de una información que, hasta ahora, no llega de manera completa y oficial a toda la ciudadanía.
Los ‘exit poll’ permitieron proclamar extraoficialmente ganadores, advertir la derrota del movimiento oficial Alianza País en casi todas las capitales de provincia y en nueve de las 10 ciudades más pobladas, y el triunfo parcial de sus candidatos en casi la mitad de las prefecturas.
Fue por esas encuestas que, incluso, en un gesto caballeroso y democrático el alcalde de Quito, Augusto Barrera, reconoció su fracaso en los comicios y felicitó al Alcalde electo.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) termina con la imagen de haber respetado la voluntad popular pero con la falta de autoridad e independencia para frenar los abusos de intromisión del Ejecutivo en la campaña, la propaganda oficial y el desconocimiento a los comedidos exhortos de su presidente, Domingo Paredes, para que, por ejemplo, se respete el silencio electoral y se suspenda la sabatina del día 22 de febrero.
Para colmo, el conteo de votos seccionales es el más lento y el menos divulgado frente a otros procesos eleccionarios.