El Gobierno cerró esta semana el capítulo de la renegociación de los bonos de deuda y está por abrir uno muy importante con el Fondo Monetario Internacional, lo que permitirá mantener abierta las puertas del financiamiento durante 27 meses.
El martes pasado, el Presidente de la República y el Ministro de Finanzas recibieron el respaldo de los organismos internacionales como el FMI, el Banco Mundial, el BID y la CAF, además del PNUD y la Embajada de Estados Unidos en Ecuador.
Todos apoyaron las acciones que llevaron a la reestructuración exitosa de USD 17 400 millones de bonos de deuda pública, que permitió bajar el capital de la deuda en USD 1 500 millones, reducir la tasa de interés, ampliar los plazos de pago y contar con períodos de gracia.
Los representantes de los organismos ven con buenos ojos la política económica implementada por el Régimen, ya que busca corregir los desequilibrios macroeconómicos, establecer prioridades en el gasto público y mantener la protección a los más vulnerables, quienes están cargando el mayor peso de la crisis. Y reconocieron que el camino es largo para que las finanzas públicas alcancen estándares internacionales.
La estrategia del Gobierno para reestructurar la deuda en bonos fue acompañada y apoyada por los multilaterales desde el principio. De ahí que el mensaje siempre fue llevar adelante una renegociación de buena fe y de respeto a los contratos, por lo que un ‘default’ era inviable. Lo anterior implicó tomar decisiones difíciles, como pagar USD 340 millones a los tenedores de bonos Global 2020 en medio de la pandemia.
La comunidad internacional, liderada por el FMI, espera que la renegociación de la deuda pública reciba el apoyo de otras instituciones del país, especialmente de la Asamblea, donde están representados los diferentes actores políticos.
El Presidente de la República invitó a ese ente a respaldar la negociación, pues además la tarea realizada con los tenedores de bonos viabilizará la llegada de los USD 6 500 millones acordados con el FMI.