Las expectativas para 2023 respecto de la producción de alimentos en el mundo no son las mejores. Los factores que más preocupan en la actualidad son la guerra entre Rusia y Ucrania, la inflación global que afecta a los precios de los alimentos, la falta o la carestía de fertilizantes, el cambio climático y sequías e inundaciones.
Incluso, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) emitieron una seria advertencia sobre una inminente crisis alimentaria, que estará impulsada por los conflictos, clima y efectos de la pandemia.
Y la inflación aún no ha tocado un techo en el mundo, de acuerdo con las previsiones de analistas económicos internacionales.Los costos de los alimentos en la Unión Europea subieron hasta un 12,8% en julio pasado, en comparación con el año anterior.
En Estados Unidos, por su parte, treparon un 10,9%.
Ecuador no será la excepción en la incertidumbre de esta importante actividad.La Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas (Anfab) prevé que durante el próximo año existan problemas de abastecimiento agrícola, por los costos de producción debido a la escasez de los fertilizantes. Las afectaciones se esperan para maíz, arroz, frutas y vegetales.
Otra preocupación es que el consumidor cada vez pierde poder adquisitivo, por lo que puede sacrificar la calidad por precio. Ecuador no se recupera de los efectos de la pandemia, por ello la demanda de productos para los siguientes meses podría centrarse en suplir las necesidades básicas, buscando el mayor rendimiento y el mejor aporte nutricional al menor costo posible. Y ese es el reto que tiene la industria nacional.
Las exportaciones ecuatorianas de alimentos crecieron a doble dígito en lo que va de este año, debido a los mayores pedidos de Europa y Estados Unidos; sin embargo, los empresarios ecuatorianos consideran que habrá una demanda menos agresiva para 2023, por causa de los costos de los fletes, la inflación en esos mercados y el aumento del valor de las materias primas.