La República Popular China es el país más poblado del mundo -1 300 millones de habitantes- y el cuarto en superficie territorial. Gracias a un ritmo de crecimiento alto y sostenido, su economía ha superado a la del Japón y es la segunda más importante del planeta. Desde la Segunda Guerra Mundial ha sido considerada como una gran potencia.
China ha afrontado los desafíos de un cambio que comenzó por alimentar a todo su pueblo, protagonizando así “la revolución más importante en la historia de la humanidad”, como suelen decir sus líderes, comparándola con la Revolución Francesa y la Revolución Rusa. Las reformas económicas adoptadas desde la década de los ochenta hicieron posible un desarrollo acelerado gracias al cual produce casi la cuarta parte de todas las manufacturas mundiales. China necesita aprovisionarse de los insumos que requiere su gigantesca maquinaria productiva y asegurar sus mercados de exportación. Por eso mantiene estrechos vínculos comerciales con Estados Unidos, la Unión Europea y las poderosas naciones del sudeste de Asia. Al mismo tiempo, ejecuta un amplio programa de cooperación con África -en donde ejerce una influencia cada vez mayor, incluso en lo político- y con América Latina.
Para el Ecuador, la vinculación económica con China puede ser de especial importancia. Así lo han considerado todos nuestros gobiernos al propiciar la ampliación y diversificación de los mercados de exportación reconociendo una alta prioridad a China, como lo señala incluso el Plan de Política Exterior 2006-2020. El presidente Correa no ha hecho otra cosa que reconocer esta constante en la política internacional del Ecuador.
En tal contexto, negociar acuerdos financieros con el gigante asiático puede ser útil. Pero no debemos aceptar condiciones económicamente desventajosas o políticamente cuestionables. El préstamo de USD 1 000 millones pagaderos en petróleo fue duramente criticado por los entendidos en la materia, sin que el Gobierno haya entregado explicaciones claras y suficientes al respecto. Ya se anuncian otros entendimientos financieros sobre los que la ciudadanía tiene el derecho de recibir informaciones completas.
En Venezuela también se están exigiendo explicaciones al presidente Chávez por haber aceptado un crédito de USD 20 000 millones (!), la mitad en moneda china para comprar insumos a dicho país asiático.
El Ecuador podría beneficiarse de las oportunidades que le ofrece China si retomara, además, la que fue su política frente a la Cuenca del Pacífico (APEC), para lo cual el Presidente de Chile, en su reciente visita, le ofreció su apoyo. Los instrumentos que para tal efecto diseñó la diplomacia ecuatoriana hace más de 12 años parecen estar desmantelados.