La estructura productiva probablemente seguirá poco dinámica en el período de Lenin Moreno, debido a que no se vislumbra un nuevo motor del desarrollo como el petróleo, por lo que asistiremos a un transcurrir vegetativo, sin que la economía pueda recuperar una tasa de crecimiento que supere a la del aumento de la población que en el año 2021 sobrepasará los 17 millones de habitantes, congelando así el ingreso per cápita. Solo una subida del precio del petróleo ecuatoriano por encima de un promedio de 50 dólares podría empujar hacia arriba a la economía, pero los pronósticos dicen que esto no es realista.
Para salir del estancamiento hay que trabajar duro en todos los frentes, con más inversión productiva privada porque la estatal será mínima, pues no habrá dinero fiscal sino para mantener la obesidad del aparato estatal, pagar las deudas externa e interna y dar ayudas a los más pobres, en lugar de empleo. Pero, de todas maneras, los empresarios privados deben continuar produciendo especialmente bienes exportables, obviando la turbulencia política y sin esperar que los equilibrios macroeconómicos se alcancen pronto.
Si bien no se ve en el horizonte de este gobierno ningún nuevo motor del desarrollo, podríamos esperar ingresos importantes de la minería pero hacia el año 2 020. El sector industrial no puede dar un salto tecnológico que implique productividad creciente porque está limitado por el pequeño mercado nacional, por el retraso en la preparación del capital humano y porque toda nueva producción industrial que demanda el mundo ahora la satisface China como un productor de casi todo. Entonces resalta la potencialidad de la agroindustria especializada y diferenciada que debe ser impulsada con toda la fuerza de que seamos capaces.
Los sectores agrícola y pesquero, siempre dinámicos, seguirán vendiendo a los mercados de exportación como EE.UU., Asia y Europa, con base en su propia competitividad productiva y a las preferencias arancelarias, pero difícilmente podremos contar con otros productos de la magnitud del camarón, pescado, banano y flores.
El turismo extranjero puede ser un motor del desarrollo si vienen más turistas que permanezcan más días en el país, para lo cual se debe redoblar el apoyo eficaz para mejorar el profesionalismo, porque se trata de una actividad noble que reparte los ingresos rápidamente entre los trabajadores directos e indirectos.
El gobierno débil de Moreno no tiene grados de libertad para obviar la influencia inercial del desarrollo precedente y transitará por el mismo sendero, reduciendo su gestión a “dejar hacer y dejar pasar”. Este es el tamaño de nuestra desesperanza.
Para despertar al país a un crecimiento auténtico ojalá pronto nos demos cuenta que es clave sincerar gradualmente nuestra pequeña economía, ante la imposibilidad e inconveniencia de seguir endeudándonos indefinidamente.