Siempre que se publican los datos de las proyecciones o análisis económicos de organismos internacionales, Ecuador sale mal parado. Supuestamente los modelos son Panamá, Chile, Perú, Uruguay o Costa Rica.
Surge entonces la primera pregunta ¿son creíbles esos datos? Hace dos días conversaba con un pariente que vive en Panamá; la realidad que me relata es distinta: fuera de la zona de los grandes rascacielos, en sus alrededores, cunde la pobreza extrema, es decir, la miseria, algo que él no ha visto en Ecuador; la atención médica, el transporte son otros problemas de ese país centroamericano, relata. Gente chilena que he conversado dice lo mismo. Se presenta a Chile como una “maravilla” y afirman que la calidad de vida en Ecuador es superior, como lo he escuchado de amigos colombianos, de Medellín específicamente. Si uno observa el Índice de Desarrollo Humano este pone a muchos de esos países superior a Ecuador, y uno vuelve a preguntarse ¿pero, por dónde?, ya que su cotidianidad dice lo contrario. Me hago una última pregunta ¿hay una injusticia, se quiere hacer quedar bien a unos países, sacrificando la objetividad? La verdad parece saltar a la luz con la realidad que transmite la propia gente que vive en esos países, tal vez más que las investigaciones de esos organismos internacionales, las cuales nos dejan, con muchas dudas.