“Lasso lanza una ‘cruzada por la seguridad’ y autoriza el porte de armas de uso civil” fue el titular de CCN, publicado el pasado 5 de abril por Fernando del Rincón. ‘Los altos niveles de criminalidad que se registran en Ecuador en los últimos meses -dijo CCN- empujaron el presidente Guillermo Lasso a tomar una medida controversial. Mediante decreto, el mandatario autorizó la tenencia y porte de armas de uso civil para defensa personal. ¿Será esta la solución a la ola de violencia que mantiene en zozobra al país sudamericano?’
En un artículo de mi autoría publicado en El Comercio, el 23 de junio de 2022, sostenía que es necesario reconocer “la relación de las FF.AA. con la existencia del Estado y los objetivos nacionales permanentes (hoy) superados por las nuevas amenazas”. Si el Estado autoriza el uso de armas a los civiles para defensa propia -cuestión que no es nueva, según los expertos-, ¿contribuye a generar confianza o el miedo en la población?
En Estados Unidos estas regulaciones incentivaron la violencia y se registraron nuevas masacres en escuelas, sitios de reunión y en eventos masivos. Mi opinión personal es que la ola de violencia que sobrecoge el Ecuador, no se puede contrarrestar -por principio- con más violencia.
El mundo afronta en el siglo XXI tipologías de guerras de signo transnacional: el narcotráfico, el crimen organizado, la proliferación de armas de destrucción masiva, la tecnología militar, el tráfico de armas, el calentamiento global, los ciberdelitos y la competencia por los recursos no renovables, que han modificado los espacios geo-políticos-económicos de la humanidad.
Las preguntas planteadas deben ser debatidas por todos los ciudadanos y no solo por los políticos. Y que los rifles del terror sean reemplazados por una genuina cultura de paz, mediante el diálogo, la solidaridad, la justicia, la confianza, el desarrollo humano y la democracia.
Reitero lo que escribí en junio 2022: ‘Tenemos que modificar el andamiaje de seguridad y defensa que, hoy por hoy, aparece caduco. ¿Un nuevo libro blanco? ¿Nuevos roles para las FF.AA.?’