En medio del profundo agobio que envuelve a nuestro país, nos llega una brisa de optimismo al percibir que el enfrentamiento al narcotráfico y al crimen organizado, cuenta con el respaldo generalizado al gobierno y con el grato reconocimiento a las fuerzas armadas y a la policía.
La crisis económica ha atacado crónicamente al Estado, con agudizaciones, como fue el saqueo a las arcas estatales durante el régimen de los que hoy se oponen, en la Asamblea Nacional, a la implementación de leyes que auxilien a la destrozada economía y fortalezcan a las mal equipadas fuerzas armadas y policiales, para que triunfen en este conflicto armado Interno contra los bien apertrechados grupos transnacionales de delincuencia organizada, infiltrada progresiva y solapadamente para gobernar desde las cárceles, para influir en la justicia a través de fiscales y jueces; para obtener la adhesión de policías y militares corrompidos, de variadas jerarquías y hasta de un general encargado de controlar el narcotráfico, pero que se transformó en informador de esas bandas. Anexaron a mafiosos que encarecían, para su beneficio inhumano y criminal, las ventas de medicamentos, con narcotraficantes y con políticos que han incluido entre sus partidarios a varios miembros de las mafias.
El déficit económico se constituye en otro enemigo de enorme magnitud: no asesina, ni extorsiona; pero perjudica a la educación, a la salud, a la seguridad, a la nutrición, al pago oportuno de salarios y al desarrollo del país. Por falta de dinero ni el Ministerio de Salud, ni el IESS cubren antiguas y millonarias deudas originadas en el intercambio de tarifarios, por atenciones en los centros calificados para prestaciones especializadas como SOLCA, la Junta de Beneficencia, hospitales y clínicas privados a los que desfinancian y los llevan a situaciones de difícil subsistencia,que impiden la estructuración del, todavía inexistente, Sistema Nacional de Salud. Las condiciones dramáticas de la caja fiscal no permiten combatir, en forma definitiva, la desnutrición infantil, causante del retardo de crecimiento y adecuado desarrollo mental de nuestra niñez, ni brindan posibilidades para que 200.000 jóvenes puedan acceder a universidades o para que 6 millones de ecuatorianos obtengan un empleo formal. Es importante despertar como país, felicitar a la Corte Constitucional por pensar en lapatria y permitir el advenimiento de ayuda internacional. Si el conflicto interno obliga a fortalecer a nuestros combatientes, la problemática social impone la necesidad de aprobar el proyecto económico presentado a la Asamblea por el presidente de la república, que incluye la Ley de Extinción de Dominio, que obligará a que los bienes mal habidos y no justificados, sean entregados al Estado. También plantea el incremento parcial y temporal del IVA, la focalización del subsidio a los combustibles, la contribución voluntaria de banqueros y empresarios. Esta es una guerra que el país no puede perder, si faltan recursos ¿por qué no diferir el cierre del ITT? El apoyo internacional es indispensable porque las mafias nacionales tienen conexiones internacionales.
Luchemos unidos, por la patria, para vencer a dos enemigos: a la crisis económica y a la violencia social.