Dos hechos marcaron la semana pasada: el primero, la condena a ocho años de cárcel al ex presidente Correa y un grupo de sus cercanos colaboradores y de empresarios; el segundo, el anuncio del presidente Lenin Moreno de las medidas para enfrentar la emergencias sanitaria, económica y social.
La sentencia penal dictada por tres magistrados de la Corte Nacional dio plena razón a la investigación minuciosa y con sólidas pruebas de la fiscal general Diana Salazar y ofreció, a la par, una esperanzadora señal de recuperación de la justicia en el país. La Fiscal merece el reconocimiento y apoyo ciudadanos por la entereza y valentía con la que ha procedido en este histórico caso.
“La pandemia nos golpeó en un momento crítico en el que tratábamos de seguir adelante, luego de una durísima crisis económica. Una crisis causada por endeudamientos irresponsables heredados y por los robos de quienes acaban de ser sentenciados”, apuntó el Presidente el pasado viernes.
Sin embargo se quedó corto en comunicar toda la magnitud de la crisis. La emergencia sanitaria ha cobrado ya un alto número de vidas humanas, mayor que las 336 de las estadísticas oficiales; y es la que se debe atender con más urgencia y exige movilizar todos los recursos posibles para evitar más muertes.
El covid-19 ha paralizado al mundo y lo llevará hacia una fuerte recesión. Si los países más prósperos sufrirán un duro golpe, ¡cuánto más padecerán las naciones menos desarrolladas, con todo lo que trae aparejado el derrumbe económico en desempleo y subempleo y más pobreza!
Se echó de menos que el Presidente no hubiera esbozado las orientaciones básicas de hacia dónde propone guiar al país, una visión general para conducirlo en medio de las emergencias que amenazan su subsistencia. Las medidas quedaron también cortas.
Trabajadores y empleados y las empresas que tuvieron utilidades el año anterior por más de un millón de dólares contribuirán para una cuenta de asistencia humanitaria. Los primeros, desde quienes perciben salarios de USD 500 mensuales aportarán con dos dólares por mes durante nueve meses hasta los bichos raros con salario de USD 50.000, que pagarán cuatro mil y pico cada mes en por nueve meses. Las empresas aportarán con el 5% de sus ganancias en tres pagos mensuales.
Dos días más tarde, anunció el presidente Moreno la reducción en un 50% salarios de las altas autoridades del Gobierno, de los asambleístas y otros integrantes de las demás funciones del Estado. El ejemplo de la contribución debe empezar por la cabeza. Nadie debería negarse a entregar su aporte.
El plan integral, esbozado después por el Ministro de Economía, se halla a la espera de la aún lejana unidad nacional a la que también llamó el Presidente.