Los tiempos de la política, de la reingeniería institucional, de la economía, de la lucha contra la corrupción presentan un raro pronóstico.
Como el clima, la que en este verano quiteño aparecen chubascos aislados y fríos invernales, el cambio climático afecta también a la vida pública nacional.
El nuevo escándalo que surgió de la denuncia de algunos ‘asesores’ cuyo ingreso se habría visto cercenado para entregarlo como diezmo de una presunta contribución política para el proyecto o para completar las remuneraciones congresales solamente envilece las prácticas que, siempre se decía, eran del pasado pero que, de probarse con testimonios y delaciones, manchan una vez más el ejercicio de la vida pública del primer poder del Estado.
Ojalá se descubra algo, ojalá se investigue y si se comprueba el despropósito los responsables pierdan su calidad de ‘honorables’, como antes de les decía.
Pero el asunto no solo empaña a los responsables de nombrar cuerpos asesores, donde importa más la obediencia que la capacidad y formación académica o intelectual de los contratados con rango de sumisión, sino, y por razones parecidas, salpica a las personas que aceptaron ‘ trabajar’ en esas circunstancias, por más que ahora se alegue sus urgencias pecuniarias.
Otra cara sucia de la semana es la que queda en un alto organismo como el Consejo Nacional de la Judicatura transitorio, llamado por mandato popular a cambiar el rumbo de las cosas y cortar los cordones umbilicales de la dependencia política y su trama corrupta, con la revelación de enfrentamientos verbales y amenazas. !Una pena!, alguien con sonrisa sarcástica la festejará imaginando que lo ocurrido empaña el proceso de re institucionalizar la democracia carcomida por el poder vertical concentrado, impuesto por el modelo.
La lucha contra la corrupción trajo como noticia el veto presidencial a una ley que reformaba el contenido y consecuencias del delito de asociación ilícita, vinculándolo a otros delitos anteriores que debían ser juzgados y sentenciados para que funcione.
La denuncia del dirigente de Concertación César Montúfar fue efectiva, habrá que dilucidar si los asambleístas votaron por la ley con ingenuidad o en busca de otros propósitos. El hecho es que el Presidente vetó la Ley y envió un proyecto de lucha contra la corrupción con otros alances y proyecciones.
Mientras el Régimen sigue empeñado en que la Ley de Fomento Productivo y el anuncio de medidas de austeridad son el Plan Económico, varios economistas no se convencen de ello.
Se anuncia una marcha de los trabajadores aunque haya que aclarar que la gasolina súper solo la consumen los autos de alta gama y que de ninguna manera su alza debe influir en los precios. El empresariado siempre ha pedido tratar el tema de los subsidios. El Gobierno responde : Diálogo Nacional y de momento ajusta parcialmente el precio del diésel, ya hay reacciones.