Honduras acaba de reconocer a la R.P. China como la única China, rompiendo relaciones con Taiwán.
Ello, no es obstáculo para mantener vínculos comerciales. Tan es así, que en el Foro de Cooperación Asia Pacifico (APEC), para permitir la participación de Taiwán a la vez que lo hace China, se habla de economías no de países.
En nuestro continente solo Guatemala, Belice y Paraguay, mantienen relaciones con Taiwán, mientras Beijing es el primer o segundo socio comercial del resto.
Honduras fue precedido por Panamá, El Salvador, República Dominicana y Nicaragua, en la ruptura de relaciones con Taiwán.
Cuba por afinidad ideológica fue el primer país latinoamericano en establecer relaciones con Beijing. Lo sigue Chile en 1970. Y a partir de 1972, cuando Richard Nixon viaja a China, muchos países de la región trasladan sus Embajadas al continente.
Nicaragua en el 2021, rompe con Taipéi, hasta ese momento uno de sus mejores socios económicos.
República Dominicana dio el paso de romper relaciones con Taiwán en el 2018.
Panamá un año antes, rompe con Taipéi, reconociendo el principio de “una sola China”.
La oferta de firmar un TLC fue el motivo para que El Salvador anunciara en agosto de 2018 la ruptura de relaciones con Taiwán, mismo que aún no se suscribe.
Por su parte, al presidente guatemalteco Giammattei, que mantiene relaciones con Taiwán desde 1960, declaró que es un “aliado estratégico para el desarrollo”.
Y en Paraguay, que mantiene relaciones desde 1957, es tema de debate en la campaña para las elecciones presidenciales próximas. Mientras la oposición valora como “una opción importante” relacionarse con China, el presidente Abdo, califica a Taiwán como “faro de la democracia“.
Es por ello, que decir que la guerra fría aún subsiste en nuestro continente, no es aventurado.