Carta a Obama
Estimado Barack: espero que esta carta te encuentre bien. Te escribo porque has tenido el desatino de referirte indirectamente a la República del Ecuador, país independiente, soberano y cuna de la dignidad, en una de tus últimas alocuciones. Aparte del mal gusto y de la temeridad que supone referirse a los asuntos internos de un país que repudia toda forma de colonialismo, neocolonialismo, imperialismo, neoimperialismo e incluso el metaimperialismo, tengo que decirte que estás mal asesorado y que desconoces la realidad nacional.
En Ecuador la libertad de expresión goza de buena salud. Los medios de comunicación tienen incluso el derecho de injuriar y de mancillar la honra de los servidores y de los dignatarios públicos, por ejemplo pidiéndoles que informen a los ciudadanos sobre sus gestiones y sobre los dineros públicos. Es tanta la libertad de expresión en nuestro país que los medios de comunicación muchas veces se alejan con mala intención de la verdad oficial y publican sus propias noticias. No se puede hablar de una guerra contra el periodismo en Ecuador, sino que ha llegado el momento de que los medios de comunicación asuman su responsabilidad histórica y de que, como deben ser, le rindan cuentas al poder. En Ecuador los medios de comunicación han ahogado revoluciones, como dicen los grafitis pintados por grafiteros independientes.
Déjame decirte, además, que gozamos de una robusta salud institucional. Nuestro Legislativo es el modelo del mundo civilizado: se debaten de la forma más sesuda las más complejas y sofisticadas leyes. De hecho nos preparamos para discutir una ley que protege a los dueños de licuadoras y batidoras para que los banqueros no les quiten a los compradores hasta las córneas cuando haya falta de pago. Déjame decirte que a muchos les hace recordar a aquel Congreso admirable de 1830, convocado por el mismísimo Libertador Simón Bolívar bajo la invocación de “…la sabiduría nacional, la esperanza legítima de los pueblos y el último punto de reunión de los patriotas” y para evitar la muerte de la Patria Grande. Hemos incluso recibido llamadas de productores de Hollywood, gracias a una resolución legislativa en la que el Che Guevara (no sé si hayas oído hablar de él) luchaba a brazo partido contra las tiranías neoliberales y extractivistas de Ronald Reagan y Margaret Thatcher.
En fin, no te preocupes. Ten plena confianza en que sabemos lo que hacemos. Ten la bondad de saludar a Michelle y de mandarles mis cariños a las chicas. Si estás almorzando, buen provecho. Datos de envío: Lic. Barack Obama, Casa Blanca, Salón Oval, Ala Oeste, Washington D.C. Estampillas por cobrar. Obtener fe de recepción.