Más claro que el agua por qué el correísmo tiene en la mira a Diana Salazar, la valiente fiscal. El burdo empeño en meter una descarada reforma al COIP, para informar a los indagados por la fiscalía, acomodar a la delincuencia organizada y garantizar su impunidad. En Metástasis y Purga conocemos por testimonio propio de los involucrados, que Leandro Norero y su red mafiosa controlaba la Judicatura, Corte de Justicia del Guayas, jueces y fiscales, los traslados de cárceles, las medidas cautelares, los pagos a jueces que liberaron a Glas, las tarifas para los habeas corpus; y que, en esa juerga, estaba Mayra Salazar, Ronny Aleaga alias «El Ruso», el inocente Boy Scouts del caudillo y, el mismísimo caudillo que habría hablado con el Patrón Norero, y, con Salazar en México.
Se ha demostrado que el no a la consulta popular convocada por Lasso, – tardía y a destiempo – fue financiada por los narcos. ¿Por qué? Sencillo: el terror a la extradición. Ahora tiemblan de miedo ante las preguntas y reformas formuladas con más contundencia, por el presidente Daniel Noboa.
En medio del estupor por la inmundicia y podredumbre que ha salido a luz, hay razones suficientes para apoyar la consulta popular: la extradición, por la que tiemblan los mafiosos. El apoyo complementario de las FF. AA. a la Policía Nacional. Control permanente de armas, municiones, explosivos. Judicaturas y jueces especiales para las garantías jurisdiccionales y la concesión de medidas cautelares, habeas corpus, habeas data. Arbitraje internacional, Ecuador es el quinto país del mundo en desprestigio por inseguridad jurídica, por eso no viene la inversión extranjera. Incremento de penas para delitos de terrorismo, tráfico de drogas y armas, delincuencia organizada, lavado de activos, etc. Los sentenciados cumplirán toda la pena. Las armas decomisadas pasan al Estado, igual los bienes incautados. El trabajo por horas, sin afectar derechos adquiridos, sin tercerización ni fraudes. Es clarísimo que al crimen organizado y a los narcos de la política no les conviene la victoria del Referéndum. Se disfrazan peleando contra el trabajo por horas. Hay suficientes razones para decir: ¡Ahora SÍ!