Juan Andrés Espinosa (centro) junto al entrenador Pablo Vallejo (der.), en el parque Metropolitano, en el norte de Quito. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Juan Andrés Espinosa tendrá su primera gran evaluación. En septiembre irá al Mundial de Francia, pero antes hará dos paradas: realizará un campamento en Cojimíes y luego participará en el Ironman 70.3 en Manta.
“Estamos entrenándonos muy fuerte para lo que viene. El año pasado logré mi clasificación al Mundial”, detalló el deportista de 20 años, que estudia el tercer año de Medicina y que dosifica cargas deportivas y académicas cada día.
“Hace cinco años comencé a entrenar triatlón, pero en los dos últimos años me enfoqué en el Ironman y logré el objetivo que me planteé y que jamás pensé alcanzarlo tan pronto, ir a un Mundial”. Hace un año ganó su categoría y fue cuarto en la clasificación general. Su tiempo fue 4 horas y 27 minutos para cubrir 1,9 km de natación, 90 km de ciclismo y 21,1 km de carrera a pie.
Su objetivo es mejorar su tiempo. Para ello se ha esforzado en corregir errores en la piscina y ha trabajado su musculatura. “La natación es el deporte en el que debo mejorar, en cambio el atletismo es el que domino. Me gusta porque me siento libre y en él se desvanece el estrés”.
Entre viernes y domingo participará de un entrenamiento completo en Cojimíes. Allí habrá una simulación de las condiciones que encontrará en el Ironman 70.3 de Manta, que se realizará el 7 de julio.
Al campamento irá con otros compañeros de su club BET, que dirige Pablo Vallejo. “Esta simulación es muy importante, porque se trabaja en lo que se debe hacer y lo que se debe evitar en la carrera”, dijo el entrenador.
Se pone énfasis en las transiciones, es decir en los cambios de indumentaria y calzado, que debe realizar el deportista en plena competencia. También en la alimentación, bebidas e hidratación, “y se refuerza la parte psicológica. El deportista con ese conocimiento, siente mucha confianza”, añadió Vallejo.
Por ejemplo, recalca que hay deportistas, especialmente los debutantes, que se olvidan de colocar los zapatos de ciclismo en la bicicleta o de la hidratación. “Es preferible que el error se cometa en estas simulaciones, para corregir, y no en la competencia misma”, dijo el entrenador.
En la playa de Cojimíes se trabajará en la orientación, pues eso ayuda para evitar la desorientación y la pérdida de tiempo. Para el ciclismo se entrenará en la vía hasta Pedernales, porque tiene el mismo desnivel de la vía Manta-Crucita, donde se realizará el Ironman.
Espinosa se ha planteado llegar entre los 10 primeros de su categoría en Francia. “Suena algo loco, va a ser difícil, eso no lo dudo, pero con la guía de Pablo Vallejo y con ayuda de todo el equipo lo voy a lograr”.
Y, como ama tanto su deporte, en su centro de estudios se ha encargado de motivar a chicos de su edad para que practiquen un deporte. “Hay chicos que ponen pretextos… que no hay tiempo. Les digo que hay que organizar su tiempo y que hagan deporte, que mantenerse sano es mejor. A veces hay que hacer algunos sacrificios, pero al final todo vale la pena”.
Como estudiante de Medicina, una carrera muy complicada, diseña su horario de entrenamientos de acuerdo con el tiempo libre que le dejan sus estudios. Alterna escenarios naturales, como los parques Metropolitano, Guangüiltagua, Bicentenario y La Carolina. También lo hace en Cumbayá y la zona de Tumbaco.
Con Juan Andrés Espinosa también viajarán al campamento Martha Isabel Zambrano, que también está clasificada al Mundial, y el estadounidense Edward Thomas, que tiene más de 70 años y que en Manta buscará su cupo al Mundial. En el campamento participan principiantes, porque es abierto al público.