Pablo Vallejo va al Mundial de Triatlón y buscará la clasificación a Tokio 2020

Pablo Andrés Vallejo, triatleta que participará en el primer campeonato nacional de Triatlón en Puerto López, Manabí. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO

Pablo Andrés Vallejo, triatleta que participará en el primer campeonato nacional de Triatlón en Puerto López, Manabí. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO

Imagen referencial de Pablo Andrés Vallejo, triatleta. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO

Ya pasó un año de aquel incidente que afrontó cuando le robaron la prótesis de su pierna izquierda, la que utiliza para correr. Fueron 24 horas de angustia, pero quien la sustrajo se arrepintió y la devolvió. Así, Pablo Vallejo pudo completar sus dos primeros triatlones internacionales y clasificarse al Mundial en Estados Unidos.

“Estamos seguros de que vamos a mejorar nuestros tiempos. Participaremos en el triatlón Sprint de 750 metros en natación, 20 kilómetros de ciclismo y 5 km de atletismo”, detalla Vallejo, muy optimista.


Está así porque ha cumplido con su plan de entrenamientos. La semana anterior contó con la compañía de sus hijos, Joaquín y Alegría, que trabajaron con él en la pista atlética del bulevar de Sangolquí. 


Ese incidente del robo de su prótesis, pese a los malos momentos, también le trajo buenos resultados. Una empresa alemana, que distribuye prótesis en el país, le llamó para entregarle una y nombrarle embajador de su marca. Hoy tiene cuatro: una para correr, otra para hacer ciclismo, la tercera se la coloca para su día a día y la cuarta es la de repuesto.


Con las prótesis fue al triatlón de Nueva York (EE.UU.) y luego al de Bogotá (Colombia). En ambos se ubicó tercero, posiciones que le permitieron clasificarse al Mundial de Sarasota, donde volverá a encontrarse con quien le superó.

Aunque no recuerda el nombre de su ‘rival a vencer’, tiene presentes sus características físicas: “Es más alto que yo, de espalda y hombros anchos, además no utiliza una prótesis y suele competir con muletas”, relata con todos los detalles posibles. 


Dijo que en uno de esos triatlones pudo lograr una ventaja de 30 minutos en la natación y el ciclismo, “pero él me venció en atletismo. Espero esta vez reducir mis tiempos para que no me alcance”.


Le gusta la natación, deporte que practica desde que tenía 6 años. Vivía entre su casa, el colegio y la piscina hasta que cumplió 16 años, cuando descubrieron que en su pierna izquierda se había desarrollado un osteosarcoma, un cáncer a los huesos que provocó su amputación.


Por una década se olvidó del deporte, pero fue la natación la que le hizo volver. Hoy dice que fue un tiempo perdido porque esa inactividad física le ocasionó atrofia muscular, que le impide bajar sus marcas con la prontitud que desearía.

Completar un triatlón lo veía como algo lejano, por eso inició participando en postas. Empero, en una ocasión, mientras esperaba a que sus compañeros terminen de cumplir con su disciplina, sintió las ganas de ciclear y trotar. 


Desde hace cuatro años compite en el circuito nacional que organiza la Federación Nacional de Triatlón con deportistas sin discapacidad pues hasta el año pasado no había una categoría para discapacidades.


Para Pablo, las competencias se definen con un 80% de entrenamiento y un 20% de fuerza de voluntad. “La primera vez que participé en un triatlón llegué a un punto en que me cuestioné por qué estaba allí y no en casa, compartiendo con mi familia; pero no, estaba metido en medio del mar con un montón de gente queriendo llegar hacia algún punto”.


Aprendió a controlar esos momentos de duda y ansiedad que provoca el retiro de la competencia en muchos deportistas. La experiencia y las historias que observa en cada carrera le han permitido terminar todos sus retos.


El próximo marzo es un mes de desafíos. Participará en el Mundial el día 9 y luego irá a San Andrés, en Colombia, donde peleará un cupo para los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. Quiere convertirse en el primer triatleta ecuatoriano en ir a esta cita máxima.


Ese es el llegado que quiere entregarle a Joaquín y Alegría: “No importa la discapacidad física en las personas, porque igual se pueden realizar grandes hazañas y vivir experiencias únicas”.

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