El tenista español posa con el trofeo del torneo de Barcelona, tras ganar la final. Foto: EFE.
El número uno del ranking mundial, el español Rafael Nadal, logró su undécimo Barcelona Open BancSabadell-Trofeo Conde de Godó. Lo hizo sometiendo sin problemas en la final al joven griego Stefano Tsitsipas, a quien dio una clase avanzada de tenis (6-2 y 6-1) de una hora y 18 minutos.
El balear, que la semana pasada alcanzó idéntico número de títulos en Montecarlo, volvió a mostrarse intratable en la capital catalana. Allí sumó su cuadragésimo sexto set ganado en tierra de forma consecutiva y logró su victoria 401 sobre la superficie de arcilla.
Tsitsipas, un espigado jugador, de 19 años, que se había convertido en la revelación del torneo tras eliminar a cuatro cabezas de serie, ya dijo en la víspera que seguramente ayer recibiría una clase gratuita del rey de la tierra batida. Y Nadal se la dio a partir del segundo juego.
El primero fue para el tenista heleno, 63 del ranking de la ATP y que sorprendentemente ganó su saque en blanco, antes de que el partido sufriera un pequeño parón por la lluvia.
El mallorquín se desató tras la reanudación con un tenis sin fisuras, mientras que su adversario encadenaba error tras error, sobre todo con su revés.
Nadal mantuvo con facilidad su servicio y rompió el de su rival en el tercer y quinto juegos, ambos en blanco, para ganar la primera manga, por 6-2.
En apenas cuarenta minutos, Tsitsipas, que se asomaba a su primera final ATP, había descubierto cómo se las gasta el número uno del mundo en su superficie favorita.
El segundo set aun fue peor para él. Nadal, diez veces campeón de Roland Garros, quebró el saque de su adversario en el primer juego, de nuevo sin dejar que su rival sumara un solo punto, y volvió a hacerlo en el tercero. Con 3-0, el ateniense logró por fin poner a Nadal en apuros con su servicio. Tuvo sus tres únicas bolas de rotura de todo el partido, pero malogró las tres y el mallorquín se puso 4-0.
Nadal le dominaba desde el fondo, castigado su revés, apurando líneas, cambiándole alturas y subiendo a la red para rematar el punto cuando tocaba.
Una tortura para Tsitsipas, incapaz de atacar las pesadas bolas de su adversario, y que solo logró arañarle al español un juego en este segundo set, antes de ceder de nuevo su servicio en el último juego del partido y convertirse en el rival que menos le ha durado a Rafa Nadal durante una final en el torneo de Barcelona.
Como ya sucediera el año pasado tras su décimo título, los espectadores que abarrotaron la pista central, pese a los momentos de lluvia, pudieron festejar la undécima victoria de Nadal en el Godó con un video conmemorativo de sus mejores momentos en el RCT Barcelona-1899.
“Es emocionante recibir el reconocimiento a toda esta carrera, que no esperaba tener ni en mis mejores sueños. El problema es que ya son muchos años, soy viejo, pero de momento aquí seguimos. Ojalá pueda jugar muchos años más, porque en esta pista las emociones son indescriptibles y eso es gracias a todos vosotros”, se despidió Nadal, antes de abandonar la pista que lleva su nombre con otro Trofeo Conde de Godó bajo el brazo.
“Gracias a todos por hacer que el torneo sea tan especial y especialmente a mi familia, que ha estado conmigo incluso cuando las cosas no han sido tan fáciles”, señaló el español en su discurso. Antes la organización le dedicó un video de sus 11 trofeos. “ Es muy emocionante ver este video. Nunca soñé hacer una carrera como la que tengo ” , dijo el campeón de 16 torneos del Grand Slam.