La oscuridad de la noche empieza a apoderarse de la cancha de entrenamientos de la Universidad Internacional. Es la tarde del pasado martes y Rubén Darío Insúa dio por terminado el entrenamiento de Barcelona, que duró dos horas, pese al intenso frío y la pertinaz lluvia en Quito.
“Hemos terminado muchachos”, gritó el entrenador que miraba la práctica desde el centro de la cancha, con un balón bajo el brazo izquierdo y con un pito que colgaba de su mano derecha.
Insúa está contento y no para de sonreír. “He vuelto a mi casa”, dice al referirse al equipo guayaquileño. Esta es una nueva etapa del estratega argentino que triunfó primero como jugador y luego como DT en el club porteño.
“Es una gran persona. Los directivos y el plantel siempre estuvimos contentos con su trato y manera de trabajar. Él salió del equipo porque no se cumplieron los últimos objetivos de este año”, refiere Fernando Mantilla, presidente del Deportivo Quito.
El club de la Plaza del Teatro contribuyó al crecimiento de su hoja de vida. Logró el título del 2009, el segundo en su carrera en Ecuador. En sus inicios como técnico en Barcelona, en 1997, también levantó el trofeo nacional y al año siguiente llegó a la final de la Copa Libertadores.
Pero, ¿es el técnico que necesita actualmente Barcelona? “Es una excelente elección”, afirmó Juan Manuel Llop, a quien Insúa reemplazó en el cargo. “Conoce el medio y a los jugadores del equipo, porque dirigió el año pasado y la mitad de este año en el país”, agregó el también DT argentino, quien asegura, además, que es “una gran persona”.
El éxito ha marcado la carrera del DT. Aparte de estos títulos en Ecuador, conquistó la primera edición de la Copa Sudamericana en el 2002 con San Lorenzo, club en el cual debutó como jugador en 1978 y del cual es hincha.
Su manera de trabajar en Barcelona es similar a la que mostró cuando estuvo a cargo del Quito. También implantó entrenar a partir de las 16:00.
En la cancha alterna ejercicios físicos con trabajos recreativos, fútbol en espacios reducidos y sesiones de fútbol, donde define las alineaciones. También pone énfasis en los trabajos con balones detenidos (tiros libres y de esquina), en lo ofensivo y defensivo. De allí, que procura utilizar el máximo tiempo posible.
En su indumentaria es infaltable un gorrito de lana para cubrir su cabeza del frío y arenga a los jugadores diciendo: “buena, buena’”. “Es un gran profesional. Siempre nos dio libertad para dialogar con él y exponer nuestros puntos de vista en cualquier situación”, cuenta el golero chulla Johvani Ibarra, bicampeón con este equipo (2008 y 2009).
Para el técnico Alberto Montaño, otro ex jugador y emblema de Barcelona, la llegada de Insúa al club porteño fue oportuna. Sustenta su idea en que, “aparte de su conocimiento en lo táctico, aportará mística al plantel porque él jugó en el equipo y fue campeón como entrenador. Deberá trabajar pensando en el 2011”.
Esa fue la meta que Insúa se fijó, realizar un gran campeonato el próximo año. “Por lo pronto, intentaremos asegurar el cupo a Copa Libertadores y desde ya, apuntalar el equipo para el siguiente torneo”, sostiene el DT torero.
Insúa es partidario del sistema de juego con tres zagueros. Su estilo se plasmó desde el primer día de prácticas, el pasado martes. Allí ubicó a Édison Valdivieso, José Luis Perlaza y a Jefferson Hurtado. De ellos, Valdivieso se mostró más contento. Él prefiere jugar en esta posición más que de volante de marca. Por ello, no ocultó su felicidad al saber que Insúa lo requiere como zaguero.
“Me siento cómodo. Es mi posición. Las circunstancias me obligaron a jugar en el medio campo. Esperamos que con el ‘profe’ todo cambie”, sostuvo el defensa.
Para Insúa, la receta del éxito en los clubes que ha dirigido se debe a la continuidad de los planteles. “No hay que cambiar mucho”.
Los momentos más importantes en la carrera de Rubén D. Insúa
1978. Empezó su carrera como futbolista profesionalmente en el club argentino San Lorenzo, como volante mixto (de corte y creación). Es apodado el ‘poeta del gol’.
1991. Conquistó el título nacional como jugador con Barcelona. Jugó junto a otra figura de su país, Marcelo Trobbiani. Y también disputó la semifinal de la Libertadores 1992.
1997. Asumió la dirección técnica de Barcelona a mitad de año y lo convirtió campeón en enero de 1998. Ese mismo año llevó al club torero a su segunda final de Libertadores y perdió ante Vasco da Gama.
2002. Conquistó el título de la Copa Sudamericana en su primera edición, al frente del San Lorenzo argentino. Fue el primer y único campeonato internacional que conquistó.
2009. Llegó a Deportivo Quito para hacerse cargo del equipo chulla, campeón de la temporada 2008. Volvió a levantar el trofeo con el cuadro de la Plaza del Teatro.
2010. Retorna nuevamente a Barcelona. El equipo está en quinta posición en la segunda etapa y tercero en la acumulada. Disputa un cupo para la Copa Libertadores del 2011.