El tifón Hagibis es un Tifon CAT3 que se aproxima a Tokiio, Japón. Foto: Twitter @eduardocr04
El potente tifón, por el cual los organizadores del Mundial de rugby emitieron una alerta meteorológica el lunes 7 de octubre del 2019, cambió de trayectoria y se dirigía este martes 8 de octubre hacia Tokio y su periferia, amenazando a nuevos partidos.
Según nuevas previsiones de la agencia meteorológica japonesa (JMA), el tifón Hagibis se dirigía este martes hacia el sureste de Japón, en la región de Tokio y Yokohama.
El lunes, la trayectoria del tifón dejaba presagiar que afectaría al suroeste de Japón al final de la semana, y amenazaría dos partidos programados el sábado en Fukuoka (Irlanda-Samoa) y el domingo en Kumamoto (Gales-Uruguay).
El cambio de trayectoria del ciclón deja ahora planear una amenaza sobre la celebración de dos partidos decisivos que deben disputarse en Yokohama, al sur de Tokio, este fin de semana: Francia e Inglaterra deben disputarse la primera plaza del Grupo C el sábado, mientras que Japón debe medirse a Escocia el domingo, con un billete a cuartos de final en juego.
La Agencia Meteorológica japonesa había indicado que Hagibis “podría aportar grandes ráfagas de viento y fuertes lluvias al sur de Japón el 12 y el 13 de octubre”.
“Es muy pronto para determinar la trayectoria exacta y los efectos en ese momento, y como en las precedentes alertas, tenemos un sólido plan de contingencia preparado en caso de que las condiciones meteorológicas tuvieran un impacto en los partidos”, había precisado la World Rugby.
Los organizadores pueden cambiar el lugar o modificar el horario del inicio de un partido si la meteorología afecta a su desarrollo.
En caso de ausencia de solución y si un partido de la primera fase no pudiera tener lugar, la federación internacional prevé que cada equipo reciba dos puntos (empate 0-0).
El impacto de los tifones en el desarrollo de la competición es un tema de preocupación para World Rugby.
Menos de dos semanas antes del inicio del Mundial, el tifón Faxai había golpeado a Tokio y a la prefectura vecina de Chiba, provocando la muerte de varias personas y conllevando grandes perturbaciones aéreas en Narita, uno de los dos grandes aeropuertos de Tokio.