Mushuc Runa se refuerza de su cantera

Andrés Zambrano, 18 años. Juega de mediocampista por el costado izquierdo. Bryan Caizabanda, 18 años. Se desempeña como volante izquierdo. Kevin Caizaguano, 19 años. Es mediocampista ofensivo y también de corte. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

Andrés Zambrano, 18 años. Juega de mediocampista por el costado izquierdo. Bryan Caizabanda, 18 años. Se desempeña como volante izquierdo. Kevin Caizaguano, 19 años. Es mediocampista ofensivo y también de corte. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

Andrés Zambrano, 18 años. Juega de mediocampista por el costado izquierdo. Bryan Caizabanda, 18 años. Se desempeña como volante izquierdo. Kevin Caizaguano, 19 años. Es mediocampista ofensivo y también de corte. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

Bryan Caizabanda y Kevin Caizaguano son las nuevas promesas de Mushuc Runa, de Ambato. Los jugadores indígenas se entrenaban hasta el martes 15 de octubre del 2019 en el plantel de reserva.

El entrenador argentino Martín Cardetti los convocó desde ese día para que practicaran con el primer plantel. La decisión del estratega argentino contó con el apoyo de la directiva del ‘Ponchito’.

El plantel cuenta con tres jugadores indígenas luego de la salida de Serafín Pandi. El volante, de 33 años, decidió dejar el equipo en esta temporada y administrar su empresa, en el sur de Ambato. Pandi fue parte del plantel por nueve temporadas y debutó, a los 24 años, en el Campeonato nacional, en un partido entre Mushuc Runa y Barcelona.

Julio Sisa es uno de los tres arqueros del plantel indígena. El presidente vitalicio, Luis Alfonso Chango, lo invitó para que fuera parte del ‘Ponchito’ en el 2013 y se mantiene hasta la presente fecha. De contextura delgada y de 1,76 metros de altura, es oriundo de la parroquia Chibuleo.

“Esperamos nuestra oportunidad para debutar en el campeonato. Mientras tanto, seguimos jugando en el equipo de reserva”, aseguró Sisa.

Caizaguano y Caizabanda fueron los últimos en abandonar las prácticas del equipo de Mushuc Runa, el jueves pasado. Los jóvenes ayudaron a recoger los balones, conos y ropa de entrenamiento al finalizar la práctica en el estadio, ubicado en la comunidad Echaleche, al sur de Ambato.

Cargando sus mochilas salieron de los camerinos del escenario deportivo en busca de que un compañero los lleve al centro de la urbe. En el interior de sus maletas había un par de zapatos, chompas, cables para cargar los celulares y una botella con agua.

Caizaguano es uno de los más entusiastas en los entrenamientos del ‘Ponchito’. Le gusta bromear con los jugadores y estar atento a las indicaciones del entrenador Martín Cardetti.

“Es una oportunidad que no pienso desaprovechar. Creo que el profesor Cardetti observó mis habilidades con el balón y el desempeño en la cancha para poder ser convocado”, aseguró Caizaguano.

El volante, de 19 años, vive con sus padres y hermanos en el barrio Lirio Loma, en la parroquia Ambatillo, al occidente de Ambato. La vivienda está rodeada de campos que están sembrados con papas, mellocos, habas, cebollas y otros productos andinos.

Se entrena en el equipo ‘cooperativista’ desde los 14 años. Su padre, Segundo, fue el encargado de llevarle a las prácticas en los estadios de tierra y césped, de las parroquias Santa Rosa y Juan Benigno Vela. A diario usa tres buses y gasta entre USD 3 y 4 para ir desde su casa a los entrenamientos.

Algo similar sucede con Caizabanda. El lateral izquierdo, de 18 años, debe movilizarse desde la comunidad Huasalata hasta el centro de Salasaka y de ahí debe coger otro bus que lo traslade al centro de la urbe para lo posterior movilizarse al complejo o al estadio del club. A diario gasta USD 4.

El indígena es parte de las formativas del ‘Ponchito’ desde el 2016. Tuvo un breve paso por Macará, el 2012, pero sus estudios impidieron que continuara con los ‘celestes’.

Caizabanda es admirador del juego del lateral brasileño, Marcelo Vieira. Le gusta atacar por la banda y colaborar con los defensas en la marca. Vive con sus abuelitos, Feliciano Mazaquiza y Delfina Caizabamba, porque sus padres migraron a Galápagos a trabajar, mientras su abuelitos trabajan en el campo.

“Voy a continuar estudiando en la universidad a distancia para no descuidar las prácticas. Quiero jugar en el exterior y para eso debo entrenarme muy duro y ser disciplinado”, aseguró Caizabanda.

El indígena se convirtió en el segundo miembro del pueblo Salasaka en vestir la blusa de Muschu Runa. Ante lo hizo Gandhi Caizabanda. El jugador fue parte del equipo de Segunda Categoría que logró el ascenso a la Serie B.

“El equipo se está renovando para la próxima temporada y estamos buscando nuevos talentos en nuestra cantera. Esperamos no equivocarnos y seguir apoyando a los jóvenes indígenas”, dijo Alexander López, coordinador del club ambateño.

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