Esteban Paz tiene una postura: “El fútbol no ha sido lo suficientemente explotado como producto de consumo masivo en Ecuador”. Por ello, el sancionado directivo de Liga (Q), junto a su equipo de trabajo, ha priorizado el aspecto comercial como un pilar del proyecto de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) que se debate entre los dirigentes.
Paz ha manejado con éxito campañas de mercadeo en Liga (Q): no hay un espacio publicitario en la Casa Blanca que no haya sido vendido; él ha tejido alianzas comerciales con empresas líderes de mercado para conseguir beneficios como reconstruir la sala de prensa o lograr alianzas de larga data. Por ello, en el organigrama de la propuesta de la LPF se incluyó una Dirección Comercial con dos aristas: las labores de mercadeo y las relaciones públicas.
Este proyecto es ahora analizado por los 24 presidentes de los clubes profesionales de las Series A y B. En los próximos días, los directivos enviarán sus observaciones al documento de 52 páginas. Este es el quinto borrador y los impulsores, en los que, además de Paz, se encuentran Mario Canessa y Nasib Neme, esperan las acotaciones de los dirigentes para consolidar un documento final.
El proyecto será presentado el 9 de enero, durante el Congreso Ordinario de Fútbol. Allí hay la esperanza de que la Asamblea decida dar paso a la LPF, pese a la oposición del titular de la Ecuafútbol, Luis Chiriboga. La intención, según Canessa, es que el Congreso apruebe la creación de la LPF para trabajar en los detalles durante todo el próximo año y que el plan se ejecute desde el 2016.
Pero, ¿cuáles son las principales variantes que propone la Liga Profesional? El modelo se basa en dos principales fuentes de ingreso: los derechos de televisión de los clubes, que actualmente generan USD 17,4 millones anuales, y el mercadeo del “contenido fútbol”, del que habla Esteban Paz. En cuanto al organigrama, la LPF busca el manejo concreto de dos aspectos claves: la Comisión de Arbitraje y la Comisión Disciplinaria, dos entes reguladores en el fútbol local.
El arbitraje y la disciplina
En el plan de LPF hay dos propuestas de estructura: un Consejo de Presidentes formado por los 24 mandatarios de la A y la B. El ente está por encima de un Director ejecutivo, que, como explica Jaime Villavicencio, titular de la Liga de Loja, es el encargado del cumplimiento de las metas del organismo, de ejecutar los planes estratégicos. En el primer proyecto, se establece una Comisión de Disciplina y Arbitraje, que depende de la LPF. En el segundo modelo, en cambio, Disciplina dependerá de la Ecuafútbol.
Sin embargo, el reglamento sobre la Organización del Arbitraje en las Asociaciones de FIFA, establece en su primer numeral que: “la organización, normas y desarrollo del arbitraje deben estar bajo el control de la asociación miembro, y en ninguna circunstancia recaer la supervisión o control de otros organismos, tales como las ligas (…)”.
La semana pasada, la Ecuafútbol organizó un seminario sobre derecho deportivo en Quito con la participación, entre otros, de Gorka Villar, asesor jurídico de la Conmebol. Él recordó la reglamentación FIFA y dijo que tanto las Comisiones de Arbitraje y de Disciplina deben estar bajo el control de la Asociación, en este caso de la Ecuafútbol.
“Nosotros estamos al tanto de la reglamentación, la conocemos bien. Simplemente, dejamos a criterio de los dirigentes estas dos formas de manejo. No es importante debajo de qué techo están las comisiones. Lo que buscamos es que sean entes especializados y manejados por abogados”, dice Mario Tamayo, otro de los impulsores del proyecto de LPF.
La televisión y el mercadeo
Uno de los cambios principales en el modelo propuesto por los clubes opuestos a Chiriboga tiene que ver con los derechos de TV. El fútbol profesional pasaría a manos de la LPF y por tanto el ente sería el encargado de negociar las transmisiones de los partidos y su posterior repartición de lo que genere.
Para establecer montos de pago a los clubes, se aplicaron parámetros: logros, número de hinchas, posición en la tabla anterior y ‘rating’ de sintonía. La idea, según Paz, es vender un paquete concreto, tanto a la televisión como a los medios digitales: partidos, imágenes, goles, resúmenes de partidos.
El 85% del paquete de la TV se quedará con los clubes de la Serie A y el 15% restante irá para los de la B. Algo similar sucederá con lo que se recaude del mercadeo. Se intenta vender el nombre de la Liga Profesional a una empresa y además mercadear productos específicos como: la aerolínea oficial, el balón oficial, la bebida oficial…
Actualmente se comercializan 266 cotejos de parte de las televisoras TC Televisión, Gamatv, Ecuadortv y las operadoras Directv y Claro, las cuales difunden señales de los juegos.