Édison Vega (segundo, der.) en una práctica junto con otros jugadores de LDU. Foto: Patricio Teran / EL COMERCIO
En Liga de Quito todos bromean con el récord de Édison Vega, en las pruebas de esfuerzo. El mediocampista imbabureño impuso una marca entre el 2017 y 2018. Fue el jugador que más rápido se recuperaba y que mejor VO2 Max (consumo máximo de oxígeno y resistencia) tenía en la plantilla.
Por eso, ayer (9 de enero del 2019) los médicos del club le pedían que mantenga la intensidad en la caminadora. Esperaban ver los mismos resultados que hace un año.
“Es una broma que tenemos con el cuerpo médico. Se admiran de mi VO2 y lo rápido que me recupero después de la prueba de esfuerzo. Creo que esto me ayuda en los entrenamientos. Los médicos son los que llevan las estadísticas”, dice orgulloso Vega.
En la zona de Imagen y Rayos X de la Clínica TOA, Andrés Chicaiza recibe una larga y compleja explicación de los resultados de la densitometría a la que fue sometido.
“El estudio nos permite ver el porcentaje de grasa y la cantidad de músculo con la que llega el jugador a la pretemporada”, explica Daniel Velasco, encargado de los estudios de imágenes médicas.
En el último día de chequeos, el 9 de enero del 2019, el turno fue de los extranjeros y nacionalizados. El argentino Hernán Pellerano, a paso lento, desfiló por todos los consultorios donde estaban los galenos del club. Ahí le informaron el estado de su lesión y el tiempo que le tomará su recuperación.
Pellerano sufrió una rotura de ligamentos cruzado externo e interno. Fue operado en Argentina, donde también empezó su rehabilitación.
“No tuve el descanso que hubiera querido. Tuve momentos de iras y frustración por culpa de la lesión, pero esto es parte del fútbol. Me tocó aprender a caminar”, dice Pellerano, quien asegura que recuperó la flexibilidad de su pierna izquierda casi por completo.
Ayer, 9 de enero del 2019, el zaguero central lucía una pantaloneta que dejaba expuesta la cicatriz que le produjo la intervención quirúrgica. Sin vergüenza, daba pasos cortos por la clínica.
“Me toca empezar la temporada igual que el año pasado. Voy a estar apoyando a mis compañeros desde afuera de la cancha y aportando en todo lo que pueda”, dijo el zaguero central argentino.
Los estudios de ayer determinaron el tiempo de recuperación de su lesión. Según Juan Barriga, médico principal del club, la dolencia que sufrió el defensor en la final ante Emelec es más compleja de lo que se esperaba.
“Pellerano aún tiene una para de 7 meses, esta lesión es muy complicada”, dijo Barriga.
Los chequeos de rutina también determinaron una pubalgia de Franklin Guerra. El zaguero manabita está preocupado porque no pudo correr durante la primera práctica del 2019, en Pomasqui.
Volvió de sus vacaciones con una dolencia que lo podría dejar fuera de la pretemporada algunas semanas. Richard Cabezas, médico de Liga, no se animó a dar un tiempo estimado de recuperación. “Me duele cuando corro. Los médicos me dijeron que necesito descansar. Eso sí, tengo que bajar al complejo para trabajar con ellos en mi recuperación”, dijo Guerra.
El exjugador de El Nacional y uno de los capitanes de los albos también sufre de una lesión en los aductores de la pierna izquierda. Esta molestia le impidió terminar en cancha en la final de vuelta ante Emelec. Por ahora trabajará con Fernando Iza, fisioterapeuta del club, durante la segunda semana de trabajo.
Según Cabezas, los estudios realizados están en orden. La mayoría de los jugadores llegó con sobrepeso. Esto, producto de las vacaciones y de las comilonas de las festividades.
“Es normal que lleguen así los jugadores. Para eso son estos estudios. Queremos conocer cómo empiezan la pretemporada y cómo terminan”, asegura Cabezas.
Otro zaguero lesionado es Ándersson Ordóñez. El exjugador de Barcelona y El Nacional se operó de uno de sus dedos del pie. El futbolista ha estado inactivo desde julio.
“Ordóñez tiene todavía una para de 3 meses, recién se le ha retirado el inmovilizador”, informó Barriga.
Se espera que Ordóñez inicie su rehabilitación en estos días, bajo la supervisión del médico especialista que lo operó. El guayaquileño y Jefferson Orejuela no estuvieron en los primeros días de entrenamiento. Pidieron permiso al DT.