La libertad la asumo con responsabilidad en todas las actividades de mi vida. En mi casa y en mi trabajo procuro hacer las cosas que me gustan.
En la escuela Superior Militar Eloy Alfaro, donde paso la mayor parte del tiempo, desempeño mis funciones.
Parte de la libertad de la que disfruto en mi vida la empleo en mi institución a la que me debo. Cumplo con lo que me piden y así me siento bien.
Ahora que estamos en el Sudamericano de Cadetes, donde compiten seis países, hay más trabajo, pero me agrada.
Estoy a cargo de la planificación y organización de los entrenamientos de los cadetes. A diario, estoy pendiente de que se cumpla con los entrenamientos que están planificados y también llevo un registro de las novedades. Tengo libertad para hacerlo. Disfruto de mi trabajo y mi familia lo sabe y me entiende.
Hago lo que me gusta y no tengo ninguna restricción. Amo mi libertad y no imagino cómo sería si no pudiera dedicar tiempo a esta actividad, en la que estoy la mayor parte del tiempo.