La participación ecuatoriana en los Juegos de Río exige al COE y al Ministerio del Deporte una evaluación transparente con niveles de autocrítica.
Será bueno conocer la lista oficial de quienes viajaron y cuáles fueron sus funciones. ¿Fue necesario que viajen funcionarios del COE, del Ministerio del Deporte y federaciones nacionales para dejar de lado a los entrenadores de Neisi Dajomes, Mayra Hoyos y Walter Llerena? ¿Por qué fueron entrenadores personales de unos atletas y de otros no?¿Cuántas acreditaciones se dieron a quienes no participaron directamente en los Juegos?
La actuación ecuatoriana no superó expectativas. Alexandra Escobar, cuarta en pesas; Neisi Dajomes, séptima en pesas; Samantha Arévalo, novena en natación; las velocistas Ángela Tenorio y Marizol Landázuri, semifinalistas en atletismo; y las actuaciones de los boxeadores Carlos Quipo y Carlos Mina, constituyen resultados optimistas para continuar con ellos el programa de alto rendimiento.
Es hora de una evaluación técnica y exigente. Además, un desafío para el COE para no depender exclusivamente del aporte estatal para financiar a los talentos. Hay que interesar a la empresa privada para el auspicio del deporte olímpico. Y sobre todo, mirar los proyectos de Gran Bretaña y de Colombia, que mostraron innovadores sistemas de planificación y evaluación para llegar a ser los países de mayor desarrollo en estos últimos cuatro años.