José Angulo de Independiente del Valle intenta anotar en el arco de Atlético Nacional de Medellín. en la final de la Copa Libertadores de América. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
José Angulo, el delantero esmeraldeño de 21 años del Independiente del Valle por el que preguntan clubes de América y Europa, amaneció ayer, 21 de julio del 2016, con un dolor fuerte en el tobillo izquierdo.
La víspera, en la cancha del Olímpico Atahualpa, el mediocampista Érick Blanco del Atlético Nacional de Colombia le hizo una zancadilla que generó que el atacante cayera y se doblara el tobillo.
La preocupación empezó a notarse entre los rostros de los jugadores de la banca técnica al ver que el atacante permanecía en el piso y luego lloraba. “¡A la cabeza se me vino de todo! Pensé que el tobillo se me había desbaratado. Pero luego me di cuenta que no era algo tan grave”, contó la nueva perla del fútbol ecuatoriano, ayer por la mañana, en el entrenamiento del Centro de Alto Rendimiento del Independiente, en el sector de Chillo Jijón, en Sangolquí.
Al lugar llegó aún rengueando. Una venda –que los médicos del equipo le pusieron en el camerino del Atahualpa la noche del miércoles- aún protegía el tobillo del ariete tricolor. Ellos aprovecharon que el jugador fue al control antidopaje, tras el partido, para ayudarlo para reducir el dolor.
Ahí, le dijeron que mantuviera la venda en su hogar y que se aplicara hielo y una crema para desinflamar el golpe.
Según el médico Ramiro Ballagán, el atacante tiene un esguince de tobillo leve y un trauma en el maléolo externo. La primera lesión tarda en desaparecer una semana por lo que el atacante podría jugar la revancha ante Atlético Nacional, el miércoles 27 (en el estadio Atanasio Girardot, desde las 19:45 de Ecuador).
Sin embargo, sobre la segunda dolencia no existía un diagnóstico claro hasta ayer por la tarde. Por ello, Angulo solo realizó una caminata ligera en la práctica matutina. Posteriormente, pasó por el ultrasonido y la electroterapia.
Según Ballagán, el atacante seguirá en observación médica hoy. “Estas 24 horas serán vitales”, dijo el especialista quien conversó unos cinco minutos con el jugador en los graderíos de la cancha principal del complejo deportivo de los rayados, antes del entrenamiento.
El golero Librado Azcona también sintió dolores en la columna por un golpe que sufrió en el Atahualpa. Por esto, hizo ejercicios de fisioterapia en el sitio de concentración de los negriazules. Él dice que sí jugará la revancha ante los colombianos.
Mientras que Angulo no quiere perderse ese encuentro. “La final no me la puedo perder. Pero si ya no puedo, simplemente no puedo”, recalcó el goleador (lleva seis anotaciones en la Copa Libertadores).
El entrenador Pablo Repetto tiene previsto recibir hoy un informe médico de ambos jugadores.
Con ellos, planea delinear la alineación titular que se enfrentará al cuadro verdolaga, en el partido más importante del equipo en sus 58 años de historia. Peleará por el título de la Libertadores. Para ello, el cuadro ecuatoriano necesita la victoria. En caso de un empate, los equipos irían al tiempo de alargue (de 30 minutos).
En caso de que esta igualdad persista durante ese tiempo adicional, habría definición de los tiros penales.
Sin embargo, Repetto -quien ayer lucía algo cansado un día después del empate- no quiere pensar en los lanzamientos desde los 11 pasos.
Para el técnico, su plantel tiene capacidad para alcanzar su anhelado sueño de ganar la Libertadores. “Tenemos fe. El miércoles, anotamos un gol luego de ir con el marcador en contra. Demostramos que tenemos capacidades. Saldremos a atacar”, expresó el estratega uruguayo.