James Rodríguez. Foto: AFP
A finales de 2013, el 20 de diciembre, Mónaco cayó 1-2 con Valenciennes y James Rodríguez cerraba el año con un gol. El colombiano, en aquel momento con 22 años, ganaba más confianza de un equipo que buscaba el título en la liga de Francia tras la costosa apuesta al llevar a dicho volante colombiano junto a su compatriota Radamel Falcao García.
James, quien convirtió en ese partido cuando restaban seis minutos para el final del juego, no se imaginaba lo que iba a ser el 2014. Eso sí, había comandado la Selección Colombia que selló el regreso a un Mundial tras 16 años de ausencia.
Luego de finalizar en el segundo puesto en el torneo local con Mónaco, a nueve puntos del todopoderoso PSG, por el mes de mayo, James se concentró de lleno a lo que sería su principal reto y lo que lo catapultaría a convertirse en uno de los mejores futbolistas del mundo. Con el legendario 10 a su espalda, este cucuteño, de ahora 24 años, supo conducir dentro del campo a lo que terminó siendo una histórica Selección Colombia en su regreso a una cita orbital.
El Mundial
James, proponiéndoselo o no, agarró la bandera dejada por Falcao García, quien no pudo recuperarse de su lesión para jugar el Mundial. El mediocampista fue figura en casi todos los partidos convirtió seis goles y se convirtió, pese a haber jugado solo cinco partidos, en el goleador del evento disputado en Brasil.
El momento cumbre de Rodríguez se dio el 28 de junio cuando Colombia enfrentó a Uruguay, bicampeón mundial, en el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro. Allí James, con un golazo, calificado como la mejor anotación del Mundial, supo abrir el camino hacia la histórica victoria del seleccionado en un triunfo que quedó para siempre en el recuerdo ya que Colombia avanzó por primera vez a los cuartos de final de dicho campeonato.
Además, James selló el triunfo con otro gran gol, en una brillante jugada colectiva, para lo que fue el muy festejado 2-0 sobre la garra charrúa.
James, partido a partido, se convertía en el mejor jugador de Colombia. Marcaba goles en todos los compromisos y su nivel de juego lo hacía merecedor de los adjetivos calificativos más llamativos. Hacía un mundial para la historia en lo que sería ya un 2014 inolvidable con la Selección Colombia finalizando en el quinto lugar del torneo.
Y tras el regreso al país, con toda la Selección bailando en una Bogotá, y el país, rendida a los pies del seleccionado, continuó el mes de julio con otra noticia para James: el 23 de dicho mes fue presentado como jugador del Real Madrid.
Su paso a la ‘Casa Blanca’
El cucuteño no paraba. Llegaba a la famosa y exigente ‘Casa Blanca’ del Madrid como el goleador del Mundial y el reto de dejar huella en el club que un par de meses atrás, en mayo, se coronaba campeón por décima vez de la Liga de Campeones.
Luego de la presentación llegó el momento para ratificar si James estaba o no a la altura del Real Madrid, y vaya si lo demostró. Hasta el partido de su lesión con Celta de Vigo, el 6 de diciembre, el jugador estuvo todos los partidos con su equipo.
Había marcado goles en la Supercopa de España, en la Liga de Campeones, en la Copa del Rey y, por supuesto, en la Liga con sendos remates como aquel golazo al Levante en campo de dicho rival.
James coronó un año con el título Mundial de Clubes, torneo en el que alcanzó a recuperarse y jugó la final contra San Lorenzo, de Argentina. Un logro que terminó siendo el segundo del volante ya que en agosto pasado había obtenido la Supercopa de Europa al vencer 2-0 al Sevilla.
James Rodríguez no olvidará jamás este 2014. Año que cerró con el premio como el Jugador Revelación en los premios ‘Globe Soccer’.
Ficha
Origen. Nació el 12 de julio de 1991 en Cúcuta. Mide 1,80 metros, y pesa 77 kilos.
Experiencia. Debutó el 10 de diciembre del 2006 en el Envigado. Jugó en Banfiel, Porto y Mónaco. Después del Mundial fue transferido al Real Madrid.
Campaña. El 2014 hizo 25 goles: 6 con Mónaco, 7 con el Madrid (5 de Liga, 1 en Copa del Rey y 1 en Champions) y 12 con Colombia.