Una caída en un paseo con sus amigos hizo que Jean Paúl Aguirre se decidiera por practicar ciclismo de montaña. Hoy, a sus 17 años, es vicecampeón nacional prejuvenil y es uno de los deportistas con mejor proyección.
Jean Paúl recuerda con una sonrisa en su rostro ese accidente que tuvo a bordo de su bicicleta, en aquel paseo. Ese suceso le causó heridas y raspones pero al poco tiempo volvió a los pedales. Un amigo le comentó que si soportó esa caída, debería dedicarse al ciclismo de montaña.
Esa recomendación y la vida sedentaria que llevaba hicieron que desde hace tres años, Jean Paúl incursionara en el club de aventura de su colegio y posteriormente sea considerado por la Concentración Deportiva de Pichincha para representar a la provincia en este deporte.
Jean Paúl cuenta que lo más difícil de haber ganado tanto nivel en poco tiempo son los sacrificios. Él no tiene tiempo para sus amigos y demás distracciones para los chicos de su edad. Su día se va en los entrenamientos y en sus estudios.
El principal apoyo para perseverar sin desmayar ha sido su familia. Ellos son su hinchada y están presentes en todas sus competencias.
Italia Soto, madre del deportista, explica que antes de que su hijo entrara en este mundo ella no tenía ni una solo idea acerca de este deporte. La actividad de su hijo la obligó a informarse de todo y ahora participa en el torneo provincial de ‘mamitas novatas’ de ciclismo.
Ella ha ido evolucionando acorde al crecimiento deportivo de Jean. Al principio, en las primeras carreras, se desesperaba y gritaba mucho pero ahora entendió que su hijo necesita concentración y ella le quita presión estando tranquila.
Algo que todavía no ha podido superar es el miedo. El ciclismo de montaña es “un deporte de alto riesgo” y hasta hoy no logra mirar a su hijo en un descenso. Lo mira subir la montaña y luego lo espera en la llegada con el abasto.
En la parte del declive, el padre de Jean Paúl y su hermana menor Nicole le toman la posta para el apoyo. “Yo solo pienso cómo no le va a dar miedo caerse de una montaña”, menciona la niña que también ha empezado con sus primeros pasos encima de una bicicleta.
Al momento el pedalista está recuperándose de una fractura en uno de sus dedos y en su carrera ya ha experimentado dos lesiones en su muñeca izquierda. “Los raspones son el pan de cada día”, expone Jean Paúl mientras sonríe recordando algunas de sus caídas.
Además, Italia ha investigado acerca de la alimentación ideal para un deportista de alto rendimiento y hoy se ha convertido en su chef personal. Sabe que Jean Paúl necesita de carbohidratos, antes de una competencia; y de fruta, después de la misma.
“Yo tengo la bendición de que mi hijo coma todo lo que le doy, desde una taza de morocho hasta un vaso de jugo”, dice la madre mientras mira con mucho orgullo a su hijo.
El joven talento pichinchano equilibra su vida entre el deporte y el estudio y eso mantiene feliz a su mamá. “No ha tenido problemas porque la práctica deportiva de élite hace que la persona tenga más concentración y ahora estudia menos y ha mejorado mucho en sus calificaciones”, indicó.
Los objetivos de Jean Paúl son los más altos. Ganar un mundial y participar en unos Juegos Olímpicos son sus sueños. Pero, está consciente de que debe ir paso a paso y por ahora se concentra en ganar el Campeonato Nacional.
Los ciclistas
- Jean Paúl Aguirre tiene 17 años y lleva tres dedicado al ciclismo bajo el entrenamiento de Rubén Garrido.
- Frank Acosta, presidente de la Comisión de Ciclismo de Pichincha, cuenta que este deportista es una de las promesas de la provincia.