Un hincha interrumpió a una periodista y le tocó el pecho. Un fan colombiano hizo decir palabras obscenas a japonesas. Argentinos fueron deportados por agredir a croatas. Fotos: captura de videos.
Autoridades de Argentina y Rusia identificaron a cuatro argentinos que golpearon a hinchas de Croacia durante el partido que ambos seleccionados disputaron en Nizhni Nóvgorod. Es uno de los últimos escándalos de hinchas registrados en el Mundial de Rusia, desde que empezó el 14 de junio del 2018.
Las redes sociales se volvieron una herramienta para denunciar estas infracciones y actos sexistas. Twitter y Facebook evidenciaron hasta ocho casos que empañan el torneo. Por ello, las autoridades aplicaron sanciones, en algunos casos.
La polémica por agresión a los croatas llegó hasta Argentina, país de los agresores. “Le pedimos a las autoridades de Rusia que los detengan y deporten. Firmamos un acuerdo para ser firmes con los que quiebran la ley”, dijo la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich.
Los violentos son ‘barrabravas’ de San Lorenzo y Platense, de Argentina, confirmó Juan Manuel Lugones, de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte.
Lugones aseguró que los aficionados no podrán entrar a estadios de Buenos Aires.
Su identificación fue posible después de revisar las imágenes grabadas por la policía rusa en el estadio de Nizhni. En mayo, Argentina y Rusia firmaron un acuerdo para garantizar la seguridad durante el Mundial y evitar el ingreso de ‘barrabravas’ al país organizador del evento.
Por las polémicas, incluso, un hincha llegó a perder su trabajo. El colombiano Luis Felipe Gómez fue grabado mientras bebía alcohol en el estadio, que había camuflado en unos prismáticos junto a unos amigos, el día de la derrota 2-1 de los cafeteros contra Japón en Saransk.
El video fue comentado en las redes sociales y en la prensa, lo que llevó a la aerolínea, donde el colombiano era gerente, a rescindir su contrato.
Algo similar le ocurrió a un hincha brasileño, que se mofó de una joven mujer rusa a la que le hizo repetir palabras obscenas en portugués, aprovechando que ella no conocía la lengua y no sabía lo que estaba diciendo.
“Ya no forma parte del personal”, sentenció otra compañía aérea, que “ repudia firmemente todo tipo de ofensa o de práctica discriminatoria” .
Otro hincha ruso besó y tocó un pecho a la periodista colombiana Julieth González Theran, de la cadena alemana Deutsche Welle, mientras informaba. Posteriormente, el aficionado ofreció disculpas y dijo que se trataba de una “broma desafortunada”.
“Hubo mucha agitación alrededor de ese malentendido y de esa broma desafortunada, con un beso en la mejilla que se ha convertido en una agresión sexual”, declaró en inglés el aficionado.
Al argentino Néstor Penovi salió menos favorecido en relación al ruso. No podrá ingresar a ningún estadio de su país luego de que filmara un video junto a una rusa a la que instó a repetir obscenidades que ella no comprendía.
Mientras que un hincha peruano publicó una grabación en la que sale al lado de dos jóvenes rusas que lo imitan, joviales, diciendo las palabras “quiero cachar”, creyendo que alientan con ello al equipo sudamericano.
En Saransk, donde Colombia perdió 2-1 con Japón, unos hinchas cafeteros se burlaron de unas fans niponas haciéndoles decir palabras obscenas.
Incluso, los presentadores paraguayos de programas faranduleros Pitu Willis y César Trinidad, del Canal Telefuturo, podrían ser deportados luego de que se hiciera viral un video en el que enseñan a una turista asiática a decir palabras soeces.
Estos incidentes dejaron una mala imagen para los países, sobre todo, de los sudamericanos.