El Giro de Italia, que quiere dejar atrás los escándalos de dopaje del pasado, se inicia hoy en Ámsterdam. La edición 93 de la tradicional competencia ciclística estará marcada por la igualdad entre los ciclistas. No existe un claro favorito para coronarse campeón en la llegada a Verona. Sin estrellas como el español Alberto Contador, el estadounidense Lance Armstrong, el luxemburgués Andy Schleck o el ruso Denis Menchov, que han preferido concentrarse este año en el Tour de Francia, la carrera parece mucho más pareja que en anteriores ediciones. Carlos Sastre es uno de los ciclistas estelares, avalado por su éxito en el Tour francés de 2008. Él intentará demostrar que mantiene un buen nivel, pese a su irregularidad en los últimos meses. “He venido para triunfar”, dijo Sastre en la rueda de prensa previa al inicio de la competición. “El Giro es mi primer objetivo del año. He diseñado mi temporada para estar en óptimas condiciones en este momento”, anunció sin querer pronunciarse sobre los próximos desafíos.
Entre los favoritos de los especialistas están nombres como los del australiano Cadel Evans, del equipo BMC, que ganó el Mundial en 2009; y el italiano Ivan Basso (Liquigas), posiblemente la esperanza local con más solidez. Todo ello sin olvidar al kazajo Alexander Vinokourov (Astana), quien conserva su ambición tras su larga sanción por dopaje. A sus 36 años, ‘Vino’ afronta el reto del Giro casi con la ilusión de un debutante, como ha intentado dejar claro en las semanas previas. A falta de un gran favorito, otros corredores podrían pugnar por el podio e incluso por la victoria, como el italiano Vincenzo Nibali, llamado para reforzar a Basso tras la retirada forzosa de su compañero y compatriota Franco Pellizotti, o incluso el también local Michele Scarponi (Androni). El inicio de esta edición es particularmente llamativo, con una prueba contrarreloj de 8, 4 kilómetros entre el Rijskmuseum de Ámsterdam y el estadio olímpico de la ciudad. A partir de ahí, las etapas en el norte de Europa se presentan llenas de riesgos, antes de llegar a Italia, con un cronometraje por equipos. Equipos como el Rabobank, que empieza ‘en casa’, Garmin Transitions o Sky, con Bradley Wiggins, se juegan gran parte de sus aspiraciones en el Giro durante la primera semana. “Vinokourov es el gran favorito de las dos primeras semanas”, señaló el director deportivo de Sastre, Philippe Maudit a la prensa. Entre los objetivos de la organización está eliminar toda sospecha de dopaje, después de que el año pasado sólo quedara limpio el ganador, el ruso Denis Menchov, tras los positivos del italiano Danilo di Luca (segundo) y su compatriota Pellizotti (tercero).La competencia que terminará el 30 de mayo con un contrarreloj individual, en la ciudad de Verona, recorrerá 3 469,3 kilómetros.